Nueva Zelanda se enfrenta al tercer varamiento masivo de ballenas en sus costas en lo que va de verano austral. Lo normal, según los especialistas, es un incidente de este tipo al año. Las últimas en quedarse atrapadas en la arena han sido 100 ballenas piloto. Ha ocurrido en la remota playa de Farewell Spit en Nueva Zelanda.
De las 100 ballenas, 34 han muerto. Todos los esfuerzos se centran en el retorno al mar de los otros cuarenta cetáceos que permanecen atascados en la arena. Deben esperar a que caiga la noche y suba la marea. Mientras los refrescan para tratar de mantenerlos con vida. En el mar les esperan los 26 compañeros que lograron volver a su hábitat, aunque siguen cerca de la costa por lo que los expertos temen que puedan regresar y quedarse, de nuevo, varados.
Los varamientos suelen producirse proque las ballenas se confunden. Los sonidos de las balizas causan una sonora explosión que hiere la capacidad de comunicación de las cetáceos. Las ballenas piloto pueden llegar a medir hasta los seis y siete metros de longitud.