No pasa de moda, vuleve con fuerza la costura. Con la crisis hay quien por necesidad o como entretenimiento antiestres disfruta coisendo su propia ropa o haciendo cambios. Cada vez son más los jóvenes que se apuntan a cursos en los que enseñan a coser, tejer, hacer ganchillo. Hemos estado en uno de esos talleres, el Black Oveja.