La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha señalado que analizará los datos del informe presentado por Greenpeace en el que se denuncia que el agua del Ebro en el entorno de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) se está calentando, según ha informado el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM).
Además la CHE afirma que, en su función de vigilar el cumplimiento de la autorización de vertido de la central nuclear de Garoña, dispone de distintas redes de control de datos "cualitativos y cuantitativos" que tiene dispuestas por la cuenca hidrográfica y aguas abajo de la planta burgalesa, con el objetivo de cumplir con el Reglamento del Dominio Público Hidráulico.
Así, subraya que realiza el control de la autorización de vertido de Garoña que se otorgó en 2007 mediante la explotación ordinaria de las distintas redes de control de datos cualitativos y cuantitativos que tiene dispuesta y que además de los controles exigidos por el citado reglamento, exige al titular de la central, Nuclenor, un Informe Anual limnológico para efectuar un "mayor control" de los efectos del vertido en el embalse de Sobrón.
El citado informe incluye datos hidrológicos; físico-químicos del agua y de los sedimentos; de plancton y de los peces que permite un análisis global de la situación del embalse como masa de agua.