Coincidiendo con la estación epidémica, sociedades científicas pediátricas han puesto en marcha la campaña de prevención del contagio del llamado "virus del bebé", principal causante de la bronquiolitis, una enfermedad que puede afectar casi al cien por cien de los menores de dos años.
El Virus Respiratorio Sincitial (VRS) es el mayor agente infeccioso de la población pediátrica y genera el 80 por ciento de las hospitalizaciones por causa respiratoria en los niños, aunque afecta de manera especial a lactantes y menores de dos años.
La Sociedad Española de Neonatología, la Sociedad Española de Cardiología Pediátrica y Cardiopatías Congénitas, las organizaciones Down España y Menudos Corazones, la Asociación de Pacientes Prematura y la Asociación de Padres de Niños Prematuros respaldan la campaña "Protegerle del VRS es fácil, si sabes cómo".
El objetivo de la misma es mejorar la prevención y reducir los casos de contagio y será distribuida en forma de carteles y folletos por los hospitales y centros médicos, han informado las sociedades médicas en un comunicado.
El "virus del bebé", que aparece cada año durante la estación epidémica (de septiembre a abril), es el causante del 90 por ciento de los casos de bronquiolitis, una obstrucción de las vías respiratorias, cuyos síntomas son similares a los de la gripe: congestión nasal, tos leve, mucosidad y fiebre.
Los menores más vulnerables al virus son los prematuros, los nacidos con cardiopatías congénitas, los bebés con Síndrome de Down y los que tienen enfermedades respiratorias.
El virus se caracteriza por ser resistente y de muy rápida dispersión y se contagia principalmente por el contacto directo con otras personas u objetos contaminados como juguetes o ropa.
La infección es muy común en ambientes con aglomeraciones como guarderías o centros comerciales muy transitados.
Los expertos recomiendan una serie de medidas como extremar la higiene personal y de los objetos que puedan estar en contacto con el bebé, utilizar pañuelos desechables y tirarlos inmediatamente después de su uso, evitar los ambientes muy cagados y no exponer a los niños al humo del tabaco, ya que dificulta la entrada de oxígeno en las vías respiratorias y facilita el contagio.