"Handia" ha sido la gran triunfadora de los goya de este año. La historia de ese gigante nos ha hecho mirar de cerca a otro. Agustin Luengo era un joven de Badajoz que vivió en el siglo XIX.
Su madre lo trajo a Madrid en busca de cura y aquí se quedó. Su esqueleto descansa en el Museo Nacional de Antropologia.
Agustín Luengo, el gigante extremeño, llegó a medir 2 metros, 35 cetímetros, sesenta y siete por encima de la media española de la época.
Quince más que Pau Gasol y poco menos que el de Alzo que llegó a 2 metros cuarenta y dos centímetros.
Su madre, desesperada, logró traerle a Madrid en busca de una cura. Despertó tal expectación que el Rey Alfonso XII le recibió en audiencia.
Y dice también la leyenda que le regaló unas botas del número 54. En su viaje conoció al Doctor Velasco, fundador del Museo Antropológico.
Ciento cuarenta y tres años después de su muerte sigue siendo la estrella del Museo.