Un testigo asegura que la madrugada del crimen vio a Carcaño con una silla de ruedas en León XIII

  • La policía sospechó de Carcaño desde el primer momento
  • Un policía dice que "nadie pintó planos, amenazó ni golpeó" a los acusados por el caso

Un testigo, identificado como Diego C.M., ha asegurado este miércoles que sobre las 1.30 horas del día 25 de enero de 2009 vio al asesino confeso de Marta del Castillo, Miguel Carcaño, con una silla de ruedas en el portal de León XIII donde se produjo el crimen, una silla que los acusados habrían empleado supuestamente para trasladar el cuerpo a un coche y hacerlo desaparecer.

Durante la sexta sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Sevilla por la desaparición y el presunto asesinato de la joven, este testigo, que ha declarado protegido por una mampara y que residía en el mismo bloque donde se produjo el crimen, ha señalado que vio a Miguel sobre las 1,30 horas con una silla de ruedas y frente a un espejo ubicado junto a la vivienda del asesino confeso.

Este testigo, que pasó por el portal junto a su novia para salir con unos amigos con los que había quedado esa madrugada, ha precisado que Miguel "ni entraba ni salía" y únicamente "estaba frente a un espejo como arreglándose la chaqueta" en posesión de una silla de ruedas "de color verde turquesa", añadiendo que su novia también pudo ver a Miguel Carcaño.

Asimismo, ha dicho que la tarde del 24 de enero, entre las 19.00 y las 20.00 horas, vio a Miguel entrando en el portal de León XIII, y ha explicado, respecto a la vestimenta que llevaba el acusado, que "una vez iba vestido de claro y otra de oscuro".

LA POLICÍA SOSPECHÓ DE CARCAÑO DESDE EL PRIMER MOMENTO

El inspector de la policía que investigó la desaparición de Marta del Castillo ha dicho hoy al tribunal que desde el primer momento sospecharon del asesino confeso, Miguel Carcaño, que sin embargo no fue detenido hasta veinte días después. El inspector ha dicho al tribunal que juzga la muerte de Marta que nada más conocer la desaparición de la joven descartaron la fuga voluntaria, porque todos los amigos decían que era "una niña con hábitos normales, sin problemas de estudios y sin riesgo de fuga".

Carcaño fue el único que les dijo que Marta estaba harta de sus padres y que se pensaba ir de casa cuando cumpliese los 18 años, lo que despertó las sospechas de los investigadores. Pese a ello el inspector ha dicho que todavía ahora, más de dos años después, "todas las líneas de investigación siguen abiertas, incluso la fuga voluntaria o un accidente".En cuanto a Carcaño, el policía ha manifestado que varios conocidos lo definieron desde el principio como "de carácter violento y una persona que no controla sus impulsos".

"NADIE PINTÓ PLANOS, AMENAZÓ NI GOLPEÓ" A LOS ACUSADOS POR EL CASO

Un agente del Grupo de Menores (Grume) del Cuerpo Nacional de Policía que participó en la investigación por la desaparición de la joven sevillana Marta del Castillo ha asegurado que ningún agente "pintó planos, amenazó ni golpeó" a ninguno de los acusados, que han asegurado que declararon "bajo presiones".

Durante su declaración ante el tribunal encargado de enjuiciar el caso, este agente ha subrayado que "no se amenazó ni presionó ni nada de nada". "No hubo ningún tipo de presión, no hubo golpes, y nadie pintó planos". Hay que recordar que Samuel Benítez declaró que la Policía le pintó un plano y le indicó el punto desde donde tenía que decir que tiró el cuerpo de Marta al río Guadalquivir.

Otro agente de la Policía, en concreto del Grupo de Homicidios, ha relatado que la tarde del día 25 de enero, y a petición de los familiares de la víctima, acudió al domicilio de León XIII donde se produjo el crimen y, tras llamar a la puerta, fue recibido por la acusada María García, quien le dejó entrar y "echar un vistazo" al domicilio, llegando a entrar en el dormitorio de Miguel Carcaño, que "estaba un poco más descuidado que el resto de la vivienda y que olía a limpieza".