Otra de las recomendaciones del Gobierno es usar bombillas de bajo consumo. Un grupo de científicos europeos advierten de que pueden llegar a ser peligrosas si no se usan correctamente. Y el etiquetado de estas bombillas en España no advierte de su potencial riesgo.
Eduardo Rodriguez Ferre es profesor del Instituto de Investigaciones Biomedicas de Barcelona. Desde su experiencia como investigador, nos cuenta, que la direccion general de Salud de la Unión Europea prepara un informe que alerta de los riesgos de las bombillas de bajo consumo.
En primer lugar, ese estudio avisa del contenido de mercurio de estas lámparas, muy superior al permitido, 5 miligramos y que puede provocar problemas de salud.
"si la bombilla se rompe o se quema, que a veces se pueden quemar y desprender el vapor de mercurio que contienen. El vapor lo inhalamos y lo acumulamos en nuestros organismo, pudiendo tener efectos sobre todo en los colectivos más vulnerables, niños, mujeres embarazadas...", señala.
La ausencia de un plan de reciclaje específico para estos productos y la radiación ultravioleta son otros de los problemas que presentan las bombillas, según señala, "a pesar de los filtros existentes ya que pueden afectar a una distancia de 30 o 40 centimetros, y sobre todo a una longitud de onda que puede alterar la piel y la visión".
Tan solo algunos estados norteamericanos presentan en el etiquetado de estas bombillas, las advertencias pertinentes respecto a su correcto uso y utilización. En cambio en España como en Europa, cuando vamos a comprarlas no nos encontramos con información respecto a los riesgos para la salud.
En España hay ya más de 500 millones de bombillas de bajo consumo. Conocemos sus ventajas, pero los expertos exigen que también conozcamos sus inconvenientes, sobre todo, si pueden afectar a nuestra salud.