De una huelga a otra, el malestar de la guardia civil con los recortes del gobierno se ha dejado notar con la huelga de bolis caídos pero ahora es otra la que está en marcha. La policía nacional está en plena huelga de calabozos vacíos.
El número de identificaciones, y también de detenciones, ha caído un 70 por ciento. Una forma más con la que los agentes protestan contra los recortes salariales. No pueden hacer huelga, pero sí trabajar haciendo única y exclusivamente lo que les marca el reglamento.
Los sindicatos de la policía nacional aseguran que desde que cobran un 5% menos ha descendido hasta un 70% el número de controles y de detenciones.
Aseguran que, con el recorte, se les han quitado las ganas de actuar por inciativa propia. Lo peor, afirman, es que cada vez tienen menos medios. Más trabajo y en peores condiciones.
Oficialmente el Ministerio del Interior no reconoce esta huelga de celo encubierta.