El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha replicado el mensaje navideño del Rey Felipe VI rechazando que la mayoría use sus normas, su fuerza, su voz y sus votos para "ahogar los anhelos de la minoría que representa Cataluña" y que pide acordar con el Estado canalizarlos democráticamente.
Lo ha declarado a los periodistas este viernes en el cementerio de Montjuïc tras la ofrenda anual ante la tumba del expresidente de la Generalitat Francesc Macià, que murió el día de Navidad de 1933.
Artur Mas --que no vio el discurso en directo-- sí se ha mostrado de acuerdo con Felipe VI en que "apela al diálogo, pacto, concertación y concordia".
Lo ha justificado porque el presidente cree que esto se hace más necesario que nunca cuando hay situaciones políticas muy complejas, como cree que pasa ahora en Cataluña y toda España en este ciclo electoral: "Hace falta voluntad de pacto entre gente muy diferente".
Mas ha insistido en lamentar que el discurso del rey "presenta, aunque sea indirectamente, el tema de Cataluña como imposición de unos sobre otros".
Para el presidente, se trata de que se respeten los derechos fundamentales de Cataluña como nación que es --ha dicho--, en vez de la visión "uninacional" del Estado español, que Mas considera plurinacional.
Ha alegado que Cataluña es una de las naciones de España guste o no guste, y que gran mayoría de catalanes así lo consideran, porque se demuestran unos anhelos "muy tozudos en las urnas respecto al derecho a decidir".
Aunque entiende que el rey defienda la unidad de España, Mas reivindica "discursos con sensibilidad clara hacia los derechos" de Cataluña, como él cree que se reclaman elección tras elección.
Por eso critica que Felipe VI lo interprete como que una minoría quiere imponer algo a la mayoría; además, constata que Cataluña no se puede imponer a toda España, con un matiz: "Sí tenemos fuerza para hacernos respetar" y pedir ser escuchados y negociar.
FRANCESC MACIÄ
Poco antes, durante su discurso ante la tumba de Macià, ha dicho que nunca había estado tan cerca "el sueño de libertad" de su predecesor, y que los sueños existen para realizarlos.
Mas ha admitido que el sueño de la independencia no es nada fácil, y a Cataluña le resulta más difícil que a otros "porque lucha contra elementos muy poderosos".
Pese a eso, ha pedido no mirar sólo hacia atrás --lo que ha simbolizado con las "raíces profundas" y con el cementerio donde ha hecho el discurso--, sino hacia delante, ya que desde la tumba de Macià se ve el horizonte del mar, que ha comparado con el horizonte de un Estado catalán.