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Los diputados Clara Ponsatí y Lluís Puig (Junts per Catalunya) y Meritxell Serret (ERC), consellers cesados del Govern y que actualmente acompañan a Carles Puigdemont en Bélgica, renunciarán mañana a su escaño para blindar así la mayoría independentista en la cámara parlamentaria.

A través de su cuenta de Twitter, el exconseller Puig ha justificado la renuncia con el siguiente argumento: "Siempre he dicho que sabíamos cómo sumar 68 en la sesión de investidura del Muy Honorable Presidente Carles Puigdemont. Mañana presento mi renuncia como diputado, consciente de que con Clara Ponsatí y Meritxell Serret hacemos un acto de dignidad por nuestro país. Junts per Catalunya (JxCat) y ERC lo saben gestionar".

Fuentes de Junts per Catalunya han asegurado que la decisión responde al "objetivo de asegurar la mayoría independentista" en el Parlament, pero "en ningún caso" representa una "renuncia al proyecto" de la candidatura con la que se presentaron ni tampoco supone renunciar a la "acción política", han añadido.

Desde las filas de JxCat se recuerda, además, que ni Ponsatí ni Puig fueron diputados en la pasada legislatura.

El anuncio llega dos días antes del pleno de investidura convocado por el presidente del Parlament, Roger Torrent, envuelto ahora en numerosas incertidumbres después de que ayer el Tribunal Constitucional (TC) prohibiera explícitamente investir a distancia a Puigdemont como presidente de la Generalitat.

Según JxCat, los escritos de renuncia de sus diputados se entrarán mañana en el registro del Parlament para tramitar las credenciales y las actas de sus nuevas incorporaciones: Sawla El Garbhi, número 19 por Barcelona, sustituirá a Ponsatí, mientras que Ferran Roquer, número 8 por Girona, entrará en el lugar de Puig.

A principios de esta semana ya arreciaron los rumores de una posible renuncia de los cuatro diputados que acompañan a Puigdemont en Bélgica, si bien el conseller de Salud cesado, Antoni Comín, según las fuentes consultadas, era reticente a dejar su escaño y, de momento, Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) guarda silencio al respecto.

Con la sustitución de tres diputados en Bélgica, y suponiendo que la Candidatura de Unidad Popular (CUP) sumara sus votos a JxCat y ERC, los independentistas se asegurarían para la investidura al menos 68 votos -sin contar el de Puigdemont, pero sí el de los diputados que permanecen presos, que ya pudieron delegar su voto en la sesión constitutiva- sin que hiciera falta recurrir al voto delegado de nadie.

Después del pronunciamiento de ayer del TC, se da por hecho que los cinco diputados en Bélgica no podrán delegar su voto y por lo tanto, si todos ellos mantuvieran su escaño, la mayoría de 70 diputados independentistas podría verse reducida a 65 escaños (sobre un total de 135) y perder cualquier votación parlamentaria.