El etarra Pedro Pikabea ha reconocido su participación en un asesinato después de entrevistarse con otra de sus víctimas, el guardia civil Miguel Angel Madariaga, gravemente herido en la casa cuartel de Andoain, Guipúzcoa.
El propio Madariaga ha sido el encargado de confirmarlo
Miguel Ángel Madariaga, guardia civil, tiene el brazo derecho inútil y una bala aun alojada en la pierna. Son las secuelas del atentado que sufrió en Andoain en 1979.
Se ha reunido en la cárcel con el etarra Pedro Pikabea, intentando que confesara que fue él quien le destrozó la vida. No lo ha conseguido.
Al menos ha logrado que se confesara autor de otro asesinato, esos sí, de responsabilidad penal ya prescrita
Se refiere a Carlos García Fernández , acribillado en el estanco que regentaba en Eibar el 7 de octubre de 1980.
Pero aunque Pikabea asegura que actuó solo, en el juicio otros dos etarras fueron condenados por colaboración, y otro más no llegó a ser juzgado. Hoy Pikabea dice estar arrepentido. Miguel Ángel Madariaga se lo cuestiona
Pikabea es uno de los etarras más sanguinarios de la historia de la banda, con al menos 24 asesinatos a sus espaldas.