La empleada de una sucursal bancaria de Cambrils muere en un atraco

La empleada de una sucursal del Banco Santander de Cambrils ha fallecido hoy de un tiro en el cuello que le ha disparado uno de los dos atracadores que han entrado a robar en la entidad bancaria. Los hechos han ocurrido hacia las 08.45 horas, cuando dos individuos han entrado en la oficina, situada en el número 6 de la calle Roger de Llúria de Cambrils y que en ese momento ocupaban tres empleadas, han ordenado que les dieran el dinero de la caja y, sin motivo aparente, han descerrajado un tiro en el cuello a una de las trabajadoras.

Como consecuencia del disparo, la empleada, Estela Calduch, de 25 años, originaria de Sant Carles de la Ràpita, residente en Mont-roig del Camp, estudiante de Económicas y Empresariales en la sede de la Universidad Rovira Virgili de Reus y que llevaba menos de un año en esa sucursal, ha muerto desangrada ya que el tiro le ha afectado una arteria.

Enseguida se han desplazado al lugar de los hechos una gran cantidad de vehículos de la Policía Local y de los Mossos d'Esquadra, que han montado una operación "jaula" por los alrededores de Cambrils para tratar de detener a los dos autores, que han huido a pie. Se desconoce todavía si se han llevado algún botín.

Se da la circunstancia de que esta misma sucursal, situada en el barrio del Port de Cambrils, ya fue atracada el 11 de agosto de 2008 por dos individuos que amenazaron con una pistola a cuatro empleados y cuatro clientes, llevándose una importante cantidad de dinero.

Estela Calduch es la primera víctima mortal tras un atraco en Cambrils. Al respecto, representantes sindicales han alertado de la falta de seguridad de estas sucursales pues éste ha sido el cuarto atraco en dos meses en oficinas del Banco Santander de Cataluña.

El suceso ha provocado conmoción, consternación, sorpresa y estupor en Cambrils. En las cafeterías, las heladerías, los estancos y hasta en el gimnasio local no se hablaba de otra cosa, mientras los curiosos se arremolinaban en el paseo Marítimo, en la esquina con la calle Roger de Llúria, donde la línea policial obligaba a detenerse, a escasos veinte metros de la puerta de entrada de la sucursal atracada hoy.

Al respecto, Mireia Budí, empleada de la farmacia Cañas, situada nada más doblar la esquina del paseo Marítimo, ha dicho: "la he visto estirada en el suelo, que era un inmenso charco de sangre. Se estaba desangrando, le salía a chorros por el cuello".

Un centenar de personas ha participado esta tarde frente al ayuntamiento de la localidad tarraconense en el minuto de silencio convocado para condenar públicamente este atraco.

El alcalde de Cambrils, Robert Benaiges, ha declarado día de luto y las banderas han ondeado durante toda la jornada a media asta.

En su parlamento, el alcalde ha condenado enérgicamente los hechos, ha ofrecido su apoyo a la familia, amigos y compañeros de la víctima, y ha instado a la ciudadanía a colaborar con las fuerzas de seguridad aportando toda aquella información que pueda ayudar a la investigación.

Por su parte, el delegado del Govern, Xavier Sabaté, ha lamentado la muerte de Estela; mientras que del Ayuntamiento de Sant Carles de la Ràpita ha decretado dos días de duelo oficial, y la bandera del Rectorado de la URV también ha ondeado a media asta.