Hoy salen a la luz las cartas con las que el ministerio de Interior explica el supuesto arrepentimiento de los etarras. Asesinaron a personas y con tan sólo pedir disculpas por sus actuaciones, Interior les premia, acercándoles a cárceles del Pais Vasco. Para las víctimas no es suficiente que los terroristas obtengan beneficios con tan sólo escribir cuatro lineas
LA GACETA ha tenido acceso en exclusiva a dos 'cartas de arrepentimiento' de los terroristas beneficiados Interior en las que han pedido perdón a las víctimas por su actuaciones y que se han autoexcluído de la banda asesina. A cambio de ello, el Gobierno le ha premiado con su traslado a Nanclares de Oca y ya gozan de distintos beneficios penitenciarios, entre ellos disfrutar del régimen de tercer grado.
El diario publica una de esas misivas en las que podemos leer: “Deseo manifestar mi total desvinculación con la organización ETA por entender que la violencia no representa camino alguno para la obtención de objetivos políticos. Deseo igualmente manifestar mi arrepentimiento por el daño causado y pido disculpas a cuantos resultaron afectados por mis actuaciones”.
Uno de los firmantes es Iñaki Rekarte, condenado a 203 años de cárcel por asesinar con un coche bomba a dos trabajadores y a un estudiante en Santander en febrero de 1992.
Todas las cartas tienen el mismo patrón: El preso manifiesta su voluntad de desvincularse de ETA y renunciar ala violencia, para acontinuación mostrar “arrepentimiento por los delitos cometidos", y solicitar el "perdón a las víctimas".
Desde el PP como desde las víctimas y asociaciones de policías y guardias civiles coinciden en señalar su oposición a la obtención de los beneficios otorgados por Interior. Recuerdan,entre otras cosas que “las víctimas de ETA no pueden acogerse a ningún tipo de beneficio”, y que “no se puede premiar el hecho de decir que vas a dejar de ser criminal, menos cuando ven que su organización se derrumba”, según recoge el diario.
Por último, alertan de su “oposición frontal a cualquier tipo de beneficio penitenciario para presos con delitos de sangre, en clara referencia a algunos etarras, que aún no han recibido beneficios, pero que han sido acercados a la prisión alavesa, y cuentan con historiales sanguinarios. Es el caso de Rafael Caride Simón, autor de la matanza de Hipercor, o de Idoia López Riaño, asesina de 23 inocentes.
El propio Alfredo Pérez Rubalcaba ha hablado con ellos, tratando de aplacar algunas de sus críticas.
De la veintena de etarras que están recluidos en Nanclares de Oca, nueve han recibido ya beneficios penitenciarios por parte de Interior. Como ha informado la Gaceta, esos nueve etarras arrepentidos acumulan un total de 785 años de cárcel por 38 asesinatos.