El rey ha llegado pasadas las 13:00 horas al muelle de Algeciras en una visita a esta localidad para conocer las instalaciones de la Guardia Civil, reunirse con armadores y pescadores que faenan en aguas próximas a Gibraltar y embarcar a bordo del "Río Segura".
El helicóptero que ha trasladado a don Juan Carlos desde Jerez hasta Algeciras ha tomado tierra en una explanada cercana al muelle en que se encuentra amarrado el "Río Segura", buque insignia del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, ante el que una compañía de honores del Instituto Armado ha recibido al rey a los acordes del himno nacional.
Vestido con uniforme de capitán general, sin muleta, y acompañado por el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, el jefe del Estado ha saludado al presidente de la Autoridad Portuaria de Algeciras y al director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, así como a los altos mandos del Instituto Armado en la zona.
Don Juan Carlos, que ha accedido a la cubierta de popa del "Río Segura" a través de una pasarela, ha intercambiado unas primeras palabras con el comandante del buque, Jorge Fajardo, y ha saludado uno a uno a todos los miembros de la tripulación, antes de descubrir una placa conmemorativa de la visita.
Antes de la llegada del rey al buque, el capitán Manuel Ovidio Corredor comentaba a los periodistas que los guardias civiles que desempeñan misiones en el Servicio Marítimo se sienten muy orgullosos y honrados con la visita de don Juan Carlos, que se empezó a planificar "hace cuatro o cinco meses".
Desde el puente de mando del "Río Segura", el capitán explicaba cómo las embarcaciones de la Guardia Civil destinadas al servicio marítimo de Algeciras protegen día y noche a los pescadores que faenan en aguas próximas a Gibraltar.
En cuanto a la lucha contra el narcotráfico, subrayaba que, aunque cada parte defiende sus intereses, las autoridades gibraltareñas colaboran con las españolas en esta tarea y las patrulleras de España y del Peñón actúan de forma coordinada.
El "Río Segura", que está especializado en tareas de control marítimo frente al narcotráfico y la inmigración ilegal y opera últimamente en aguas próximas a Canarias, cuenta con una dotación máxima de 39 tripulantes y dispone de autonomía para acometer misiones de vigilancia en aguas oceánicas, pues puede permanecer más de 60 días sin arribar a puerto.
"OS APOYAMOS Y TRABAJAREMOS POR VOSOTROS"
"Os apoyamos y trabajaremos por vosotros", ha garantizado el jefe del Estado a los seis representantes de las asociaciones y cofradías de pescadores y armadores con los que se ha reunido durante unos veinte minutos en la Comandancia de la Guardia Civil en el marco de su visita a Algeciras, porque quería "escuchar personalmente" sus reivindicaciones. Este encuentro, solicitado por pescadores y armadores, se incorporó a última hora a la agenda de una visita programada desde el pasado mes de marzo, que ha durado tres horas y en la que don Juan Carlos ha apoyado la labor de la Guardia Civil en la zona tanto en la propia Comandancia como a bordo del "Río Segura", buque insignia del Servicio Marítimo del Instituto Armado.
Al término de la reunión, en la que ha habido un diálogo fluido entre don Juan Carlos y sus interlocutores, con frecuentes preguntas del rey sobre detalles del conflicto pesquero, el presidente de la Federación Andaluza de Asociaciones Pesqueras, Pedro Maza, ha declarado a los periodistas que el rey se ha mostrado "muy receptivo" a sus peticiones. Según ha precisado Maza, el sector pesquero de Algeciras y La Línea de la Concepción no ha pedido al rey que medie ante el Reino Unido, sino que interceda ante el Gobierno español "para buscar una solución lo antes posible" a lo que considera un "problema político" generado por la "prepotencia" del ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo.
Se trata de un sector que "no van a permitir perder el derecho a pescar donde lo ha hecho toda la vida" y "piensa seguir faenando" en esas aguas próximas a Gibraltar, han insistido los interlocutores del rey, que esperan ahora que el Gobierno español adopte alguna medida, una vez compruebe la capacidad de diálogo del sector y comprenda que ya se ha agotado.