El Rey ha animado a la nueva promoción de diplomáticos a defender los intereses de España en un mundo cada vez más "complejo, multipolar en lo económico y en lo político", así como "más impredecible", y el cual presenta "nuevos desafíos" y oportunidades que exigen estar "muy alerta" para sacarles provecho.
Don Felipe ha pronunciado un discurso en la sede de la Escuela Diplomática tras entregar sus despachos de secretarios de embajada a los 15 integrantes de la LXVI promoción de la carrera diplomática, un acto en el que también ha participado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo.
Para el jefe del Estado, la labor que a partir de ahora han de ejercer estos jóvenes debe tener presente una política exterior española impregnada de los "grandes principios y valores recogidos en la Constitución y compartidos por el conjunto de la sociedad española".
Estos valores son la defensa de la democracia, los derechos humanos, la legalidad internacional y la "voluntad solidaria" traducida en la cooperación al desarrollo y la asistencia a los desfavorecidos, así como "la apuesta decidida por un mundo en paz" con "respeto a la diversidad", a la promoción de la cultura, el medio ambiente y el desarrollo sostenible.
Se trata de la primera promoción -conformada por doce hombres y tres mujeres- que sale de la Escuela Diplomática desde el año 2011, ya que la "sequía" en la oferta de empleo público ha impedido que salieran nuevas plazas en los últimos tres años, según ha constatado en otra alocución el titular de Exteriores.
Tanto el Monarca como Margallo han subrayado que su incorporación se produce cuando España entra de nuevo en el Consejo de Seguridad de la ONU, un puesto desde el que "reafirma su compromiso y su vocación de desempeñar con responsabilidad el papel que le corresponde en el escenario internacional", según don Felipe.
Al hacer también hincapié en esta circunstancia, el ministro Margallo ha aprovechado para contar una anécdota sobre el momento en que se supo el resultado de la votación a favor de la entrada de España en la Asamblea General de la ONU mientras él sostenía en alto su teléfono móvil para que el rey, al otro lado de la línea, pudiera conocer la decisión en tiempo real.
Ha contado que tras colgar recibió otra llamada del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, quien le preguntó con quién estaba hablando; "Con el rey", respondió el ministro, a lo que su interlocutor le replicó: "Lo sabía".
José Manuel García-Margallo le pidió entonces que no se pusiera celoso, porque había sido el propio monarca quien le había llamado por teléfono, ha revelado provocando una carcajada general, incluso en Felipe VI, que le miraba divertido.
DIPLOMACIA Y MONARQUÍA
Más allá de esta episodio, el titular de Exteriores ha reconocido el trabajo de los reyes, pero también el que antes realizaron don Juan Carlos y doña Sofía, para lograr este éxito de España. Y ha explicado a los nuevos diplomáticos que acceden a sus puestos "en tiempos especialmente conflictivos" y "turbulentos" que les van a exigir "altura de miras y firmeza de mano".
En la misma línea, el rey les ha reiterado el valor de la diplomacia como "instrumento imprescindible del Estado" y les ha alertado sobre el mundo "impredecible y cambiante" que les espera.
"Presenta oportunidades que exigen estar muy alerta para poder aprovecharlas con mayor rapidez en beneficio del bienestar, el progreso y la seguridad de los españoles", ha dicho ante una sala donde le escuchaban los quince nuevo diplomáticos, acompañados de sus familiares y de numerosos diplomáticos y cargos de Exteriores.
También les ha recordado que para ejercer su labor cuentan con los "importantes activos" que suponen la cultura y la lengua española, su historia y su proyección exterior empresarial, siempre en el contexto de la "sólida integración" de España en la UE.
De hecho, ha remarcado que una vez que ocupen sus destinos en representaciones diplomáticas y consulares de todo el mundo participarán directamente del desarrollo de una política exterior europea común "que tanto necesita del impulso y compromiso de todos los que somos y creemos en el gran proyecto de Europa".
A la hora desearles muchos éxitos para el futuro, ha evocado la "lealtad y e patriotismo" con que los diplomáticos españoles realizan sus funciones, algo que ha confesado haber comprobado "muy de cerca" en los que han servido en la Casa del Rey.
Antes de que los miembros de la sexagésimo sexta promoción de la carrera diplomática recibieran sus despachos de manos de don Felipe, el director de la Escuela Diplomática, José Luis de la Peña ha asegurado que aunque este grupo es escaso en número no lo les en absoluto "en calidad" por su alto nivel formativo.
La anterior promoción estuvo integrada por 17 diplomáticos, a los que el rey Juan Carlos no pudo entregar los despachos por su convalecencia tras una operación quirúrgica, si bien el 17 de octubre de 2011 los recibió en audiencia en el Palacio de la Zarzuela, acompañado de la reina Sofía.