El rey se declara en buena forma, cargado de energía y asegura, con ilusión para afrontar los retos que tenemos por delante. Es una de las conclusiones de la primera entrevista que concede a una televisión desde el año 2000 y la quinta en sus 37 años de reinado.
Más que una entrevista es una conversación cercana de dos personas de la misma generación.
Es un Rey íntimo y cercano que habla con orgullo de lo conseguido juntos, pero también de su dolor y sus preocupaciones. Habla de la vida y del tiempo vivido. Del pasado, del presente y del futuro. Y siempre de España. Una conversación cargada de momentos íntimos.
Hemos visto a un rey, emocionado, hablar de su padre de quien aprendió casi todo. Y sobre todo, aprendió lo que había sido su máxima: el Rey quiere serlo de todos. Así quiere pasar a la historia, como el Rey que ha unido a todos los españoles.
El Rey ve a la España de hoy moderna, comprometida y capaz de salir adelante. El monarca menciona sobre todo la palabra sacrificio y está convencido de que juntos podemos salir de la crisis.
Mirándose en el pasado destaca su compromiso y al futuro, la esperanza. A su generación la ve como la que ganó la libertad y construyó la democracia. A la del futuro como la más preparada y la que seguirá construyendo una obra que nunca se acaba.