El presidente del Gobierno y del Partido Popular, Mariano Rajoy, ofreció este domingo un "sí rotundo al diálogo", pero aseguró que "nunca" admitirá la celebración de un referéndum de autodeterminación en Cataluña, alegando que "no lo permite nuestra Constitución ni ninguna Constitución escrita del mundo", salvo la de la antigua Unión Soviética, la extinguida Yugoslavia y la de Etiopía.
Rajoy se pronunció en estos términos en su discurso de clausura en el 14 Congreso del PP de Cataluña, donde arropó al presidente electo, Xavier García Albiol, que ayer fue elegido con un 92,9% de los votos de los compromisarios que participaron en el cónclave que se ha celebrado este fin de semana en L'Hospitalet de Llobregat.
"A los catalanes les digo que no les vamos a abandonar y que queremos estar más presentes en su día a día", proclamó Rajoy, para a renglón seguido reafirmar que el suyo es un "sí rotundo al diálogo". Sin embargo, advirtió que no aceptará en ningún momento "imposiciones, monólogos, contratos de adhesión o sortear la ley".
El líder de los populares abundó en que "sin cumplimiento de la ley, no hay democracia" y tildó de "incomprensible" que el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, no lo entienda así. "¡Los dirigentes políticos no pueden saltarse la ley a la torera, porque esto es antidemocrático!", exclamó ante los aplausos de los asistentes.
"TERRIBLE" ACTITUD DE PUIGDEMONT
Para Rajoy, la actitud de Puigdemont "no es de recibo" y sólo contribuye a generar "descrédito". Por ello, vaticinó que llegará el día en que nadie "le tome en serio". Defendió que gobernar requiere "un mínimo de seriedad, sensatez y sentido común". "Es terrible que en el siglo en el que estamos tengamos que hablar de que la ley tiene que cumplirse", apostilló.
Razonó que "a la gente se le pueden pedir muchas cosas, pero no ponernos de acuerdo conjuntamente para ver cómo violar la ley". "Yo en esa no voy a estar nunca", dijo sin ambages, al tiempo que destacó que el referéndum no está permitido "ni en nuestra Constitución ni en ninguna Constitución escrita del mundo".
Rajoy subrayó que sólo ha visto el derecho de autodeterminación escrito en tres Constituciones: en la de la antigua Unión Soviética, la antigua Yugoslavia y la de Etiopía. Dicho esto, recordó a los catalanes que han sido "engañados en su buena fe" que se "les ha ofrecido como posible lo que no lo es".
Explicó que se les ha colocado el señuelo de la independencia como "remedio de todos sus males", mientras se han ocultado las "muy graves" consecuencias políticas, económicas y sociales que la separación causaría. En este punto, se refirió a la salida de la zona euro, de la Unión Europea, del mercado único y de la "imposibilidad" de sostener los servicios públicos.
RECUPERAR LAS INSTITUCIONES
El jefe del Ejecutivo valoró que ha llegado el momento de "recuperar las instituciones" en Cataluña para que vuelvan a estar al servicio de todos los catalanes con independencia de sus convicciones políticas. Su objetivo, prosiguió, es "reconstruir la cohesión interna destruida irresponsablemente por años de separatismo".
Así las cosas, señaló que existe una necesidad de "buscar un nuevo espíritu de concordia interior que aleje extremismos" que ponen "en riesgo" el modelo económico y social de Cataluña. En su opinión, el discurso del "reproche y del victimismo" ya no tiene "ningún sentido".
Rajoy aprovechó los últimos minutos de su intervención para rescatar una frase que empleó una vez fue proclamado líder del PP en el pasado Congreso Nacional y que, en su opinión, resume el desafío independentista: "Un proceso de secesión no es una poda agradable hecha por una amable jardinero, sino una amputación terrible y dolorosa y no hay cirujano que la salve".
Por último, se dirigió personalmente a García Albiol para poner el foco en la "enorme responsabilidad" que tiene ante sí y animó al PP de Cataluña a dar una batalla "justa, noble y que merece la pena" contra el proceso independentista. "Quiero que sepáis que tenéis la razón", concluyó.