El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, ha arremetido con fuerza contra el PSOE y su líder, Pedro Sánchez, al llamarles "portamaletas" y "títere" de "los radicales" y acusarles de hacer un "cordón sectario contra el PP" situando en las instituciones a quienes quieren acabar con el sistema.
Rajoy ha clausurado el Campus Faes junto al expresidente José María Aznar con un discurso cargado de reproches a los socialistas y a Podemos, sin olvidar también a los soberanistas catalanes, y en el que ha asegurado tener "más ilusión" que nunca en toda su carrera política por ganar las elecciones generales.
El presidente del Gobierno, que ha insistido en que "España es otra" desde que está en la Moncloa y en que fue su partido el que inició "el cambio" que ahora otros reclaman, ha subrayado que el PP es "la única referencia de estabilidad y certidumbre que tiene España".
En el capítulo de críticas a sus rivales en las urnas, Rajoy se ha referido primero a Podemos al advertir de los "radicales y populistas" que "se aprovechan de los malos momentos y del dolor de la gente para ir contra lo mejor que hemos hecho juntos".
"Son los que quieren liquidarlo todo" y los que "prometen el cielo en la tierra y terminan empedrando inevitablemente el camino hacia la pobreza", ha continuado Rajoy, para quien también son "aquellos que descalifican a la democracia española pero admiran el régimen de Venezuela".
En su opinión, "por fortuna", una "inmensa mayoría" de los españoles "no está en esos postulados" ni defiende esa "comprensión revanchista" de la política.
Pero sobre todo, Rajoy ha cargado contra el PSOE, al señalar que hay "otro riesgo más sutil y acaso más peligroso" que el anterior, que es el de quienes "traicionan su herencia de centralidad para ser compañeros de viaje, cuando no portamaletas", de los "separatistas" y de los "populistas".
El PSOE, ha añadido, "se ha conjurado para poner un nuevo cordón sectario en torno al PP y situar en las instituciones democráticas a quienes pretenden acabar con el sistema constitucional que todos nos hemos dado".
Ha enumerado así varias ciudades en las que el PP fue la primera fuerza y que hoy tienen a "radicales en sus alcaldías porque así lo ha querido el PSOE", lo que demuestra que "ése es el respeto que le merece" al Partido Socialista "la voluntad popular". "Esa es la irresponsabilidad y la frivolidad que les guía a algunos", ha añadido.
Y ha ido más allá al señalar que "eso es lo que piensa de verdad un secretario general cuya aportación más razonable a la concordia nacional ha sido anunciar que su partido no pactaría nunca ni con el PP ni con Bildu". "Eso es lo que podemos esperar del PSOE de hoy, un títere de los radicales", ha sentenciado Rajoy.
No se ha olvidado el presidente de aludir al debate soberanista catalán, y ha celebrado que las encuestas indiquen que cada vez hay más catalanes en contra de la independencia y, por tanto, rechacen la "cerrazón y propaganda independentista" así como los "delirios personales" y las "huidas hacia adelante" del presidente catalán, Artur Mas.
"Nunca conseguirán separarnos, ni dividirnos, ni acabar con la solidaridad que nos une", ha dicho Rajoy, quien ha garantizado que seguirá defendiendo como hasta ahora la soberanía nacional porque cree en ella y porque lo que sea España lo debe decidir el conjunto de los españoles. "Es su derecho y nadie se lo puede arrebatar", ha precisado.
En la jornada en que se celebra el referéndum en Grecia, Rajoy ha deseado que los ciudadanos de este país acierten, pese a que su futuro será difícil en cualquier caso, y ha aprovechado para advertir de que lo que ocurre allí es un ejemplo de que "la demagogia siempre acaba chocando con la realidad y siempre acaban pagándola los más vulnerables".
Esas han sido las claves del discurso de Rajoy en este acto ya tradicional de FAES en el que presidente y expresidente apenas han estado a solas y se han saludado con corrección, aunque José María Aznar le ha echado un capote al presidente cuando le ha expresado su deseo de que triunfe en los próximos comicios.
Esa victoria le permitiría celebrar con el PP en el Gobierno los veinte años de su triunfo en los comicios generales de 1996.
Pero no sólo eso. Para Aznar, la permanencia del PP en el Ejecutivo sería la garantía de la estabilidad política en España y haría posible continuar con las reformas y que el país tuviera más de una década de vida económica "extraordinaria".
Un augurio que ha compartido Rajoy, quien al recordar su anuncio de adelantar la bajada del IRPF para este mismo mes, ha prometido que "la inmensa mayoría de los españoles pagarán al final de la legislatura menos IRPF que al principio"