El PSC celebra desde mañana su XIII congreso ordinario para definir su estrategia para los próximos años con la vista puesta en el debate territorial, las alianzas con otras fuerzas de izquierda y la crisis de relaciones con el PSOE, de cuya gestora ningún miembro asistirá a la cita.
Reforzado tras las primarias que sirvieron para reelegirle como primer secretario y por su papel en el seno del PSOE, donde fue la voz socialista más destacada a favor de Pedro Sánchez y del no a Mariano Rajoy, Miquel Iceta desvelará en este congreso su nueva ejecutiva, que deberá acompañarle para hacer frente a esos retos en el horizonte próximo en Cataluña y el conjunto de España.
El líder del PSC ha mantenido entre ayer y durante todo el día de hoy una intensa agenda de reuniones y contactos con todos los primeros secretarios de las federaciones del PSC para acabar de perfilar el dibujo de esa nueva ejecutiva, que se augura más reducida, aunque su intención es no dar detalles hasta el sábado.
Por el momento, según han avanzado a Efe fuentes del partido, quien está confirmado que no repetirá en el cargo será la secretaria de Organización, Assumpta Escarp, decisión que ella tenía tomada desde hacía tiempo, pues desde el primer momento ya se comprometió con Iceta a ocupar esa responsabilidad hasta el siguiente congreso.
Diputada en el Parlament y una de las dirigentes de mayor confianza de Iceta, lo que le ha llevado a acabar siendo de facto su mano derecha al frente del partido en los últimos dos años, Escarp dejará la Secretaría de Organización para centrarse en su tarea parlamentaria, aunque no se descarta que pudiera continuar formando parte de la ejecutiva en un puesto de menor relevancia e intensidad.
Otro nombre destacado, la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) y actual viceprimera secretaria del partido, Núria Parlon, quien compitió en las primarias contra Iceta, ya pidió al líder del PSC ocupar únicamente el cargo de secretaria de Política Municipal, responsabilidad que ahora desempeña Antoni Fogué.
Un rol a priori de menor importancia que el que desempeña Parlon ahora como número dos del partido, pero que cobra peso al considerar que la Secretaría de Política Municipal deberá preparar y afrontar las futuras elecciones municipales, unos comicios en los que tradicionalmente el PSC basa su fortaleza política en Cataluña.
Pero más allá de cuestiones orgánicas, que en este caso se prevén más calmadas que en congresos anteriores, tras la pacificación del partido por las escisiones de sectores críticos en 2014, el congreso del PSC estará marcado por la tensa relación con el PSOE tras la ruptura de la disciplina de voto del PSC en el Congreso.
Según fuentes consultadas, no asistirá como invitado al cónclave del PSC ni el presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, ni ningún otro miembro de este órgano socialista, una ausencia justificada por motivos de agenda que ya ha sido comunicada al PSC.
En cambio, sí estarán la presidenta de Baleares, Francina Armengol, y la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, dos de las principales voces críticas del PSOE junto a Iceta; mientras que no está por ahora previsto que asista Pedro Sánchez.
Aunque la voluntad del PSC es que esta crisis con su partido hermano no oculte otros debates, la ponencia marco que se debatirá incluye un guiño reivindicativo para reafirmar la autonomía del partido, sin que esté previsto sugerir cambios en su protocolo de relación con el PSOE.
"El PSC, ahora más que nunca, ha de volver a ser el partido con personalidad jurídica propia, soberano y autónomo de su fundación", señala la ponencia marco, en un contexto en los últimos días en que voces del PSOE han puesto en cuestión la unidad con el PSC.
Otro aspecto polémico de la ponencia era la alusión al referéndum "a la canadiense" sobre la independencia -plan B por si fracasara antes una reforma federal de la Constitución-, una opción que aparecía en el borrador de junio y que finalmente ha sido suprimida, como pedían diversas enmiendas presentadas por sectores del partido.
Por otro lado, la ponencia lanza una propuesta unitaria dirigida a las "fuerzas de izquierda presentes en el Parlament", sobre todo al espacio de los comunes -sin citarlos explícitamente-, para constituir una "alianza catalana de progreso".
Pero, además de esa ponencia marco, eje vertebrador del congreso, se debatirán también un conjunto de resoluciones que marcarán el rumbo político del partido en los próximos años.
El Palacio de Congresos de Cataluña será el escenario de una cita que, según han avanzado a Efe fuentes socialistas, estará presidida por el líder del PSC barcelonés y segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni.
Se espera que asistan cerca de unas 2.000 personas, de las que alrededor de 800 serán delegados y unas 900 serán invitados, además de los miembros del Consejo Nacional, de la ejecutiva del PSC y de otros órganos del partido.
Mañana por la tarde arrancará el congreso con el informe de gestión de la comisión ejecutiva, mientras que el sábado se desarrollará el trabajo de las comisiones y se ratificará como primer secretario a Iceta, que el domingo presentará a su nueva ejecutiva, para que sea votada por el pleno del congreso.