La presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Mari Mar Blanco, a advertido este jueves a los terroristas de que "nadie está en deuda" con ellos ni se va a pagar ningún "precio político" para que desaparezcan definitivamente, ante lo que les ha exigido su disolución "de manera incondicional", la condena de los crímenes cometidos, pedir perdón a las víctimas y colaborar con la justicia.
La hermana del concejal del PP en Ermua (Vizcaya) Miguel Angel Blanco, asesinado por ETA en 1997, ha pronunciado estas palabras antes de la XI edición del concierto 'In Memoriam', celebrado en el Auditorio Nacional de Madrid, en el que se recuerda "a todos aquellos inocentes que han sufrido y padecido la brutal lacra del terrorismo".
El concierto, que ha comenzado con un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas, está presidido por los Príncipes de Asturias y también ha contando con la presencia de varios miembros del Gobierno, como la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert.
También han asistido representantes de las víctimas del terrorismo, como la presidenta de la AVT, Angeles Pedraza, o la de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, Pilar Manjón, y otros representantes de la sociedad civil, política e institucional del Estado.
APOYO DE DEPORTISTAS
Además, el concierto ha contado con la presencia de una docena de deportistas de elite que han querido arropar a las víctimas. Entre ellos han asistido el atleta y senador del PP Abel Antón, el jugador de voley Jesús Garrido, el campeón del mundo de ciclismo Miguel Angel Martín, el taekwondista Nicolás García, la campeona de Europa de judo Cecilia Blanco, la campeona olímpica de hockey en Barcelona 92 Mercedes Coghen o el baloncestista Jou Llorente. También han acudido al concierto la plata olímpica en gimnasia rítmica Carolina Pascual, el gimnasta Jesús Carballo, la campeona del mundo de gimnasia Laura Muñoz y la campeona olímpica de judo Miriam Blasco.
Blanco ha explicado que el concierto representa "la memoria viva" de que "quienes nunca quisieron convertirse en héroes de nuestra democracia, quienes defendieron con fuerza los derechos y libertades de todos los ciudadanos y de quienes nunca se callaron o se dejaron amedrentar ante el terror, el miedo y la amenaza". Por todo ello, ha enviado un mensaje "a quienes ahora pretenden dar lecciones" a los que siempre han estado "de lado de la ley, la libertad y la democracia" y ha insistido en que no se pagará ningún precio por la desaparición de la violencia.
"Es su obligación disolverse de manera incondicional, condenar cada uno de los crímenes cometidos, pedir perdón a las víctimas del terrorismo y colaborar con la justicia con el fin de esclarecer cada uno de los crímenes que a día de hoy continúan sin sentencia judicial", ha defendido.
DEFENSA DE LA PAROT
Pero además, Mari Mar Blanco ha sostenido que en este contexto la obligación de los demócratas será "no rebajar el nivel de exigencia y mantener siempre muy presentes" los principios de memoria, dignidad y justicia, "con el fin de impedir que quienes han causado tanto dolor y sembrado tanto horror difundan un relato basado en la mentira, el olvido y en la impunidad".
La presidente de la Fundación de Víctimas ha aprovechado además la ocasión para mostrar su esperanza en que el Tribunal Europeo de Derecho Humanos "se ponga del lado de la justicia" y ratifique la aplicación de la 'doctrina Parot' en España.
"El sentido común nos dice que un terrorista que no ha mostrado arrepentimiento ni desea su reinserción en la sociedad debe cumplir el tiempo máximo que la ley establece. Lo contrario supondría una violación a los derechos y libertades de todo y cada uno, así como una grave ofensa a las víctimas", ha enfatizado.