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El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, señaló este martes la voluntad del Gobierno de desplegar primero el uso del catalán, antes que el gallego y el euskera, siempre que la Unión Europea haya aprobado primero la oficialidad de las tres lenguas.

"Se han planteado períodos transitorios, gradualidad de esta medida. Y hemos propuesto iniciar su despliegue primero con el catalán y seguidamente con las otras dos lenguas", dijo Albares en declaraciones a la prensa, después de que los países de la UE debatiesen hoy la propuesta española.

La UE mantuvo hoy el primer debate sobre la cuestión, pero ha aplazado "sine die" la posible aprobación de la oficialidad de las lenguas para más adelante, ante las dudas jurídicas, financieras y prácticas que han planteado una gran mayoría de países, sobre una decisión que requiere unanimidad.

Albares, defendió este martes la necesidad de dar carácter oficial en la Unión Europea (UE) al catalán, el euskera y el gallego porque no son lenguas minoritarias y porque se trata de una demanda que España defiende desde el año 2005.

"No estamos hablando de lenguas minoritarias. Son idiomas que hablan millones de personas, en concreto, les trasladaré (al resto de ministros de la UE), que el catalán es hablado por más de 10 millones de personas, lo cual le sitúa por encima de muchas de las lenguas que en estos momentos son oficiales", dijo Albares en declaraciones a la prensa, a su llegada a la reunión donde se discutirá la cuestión.

El jefe de la diplomacia española defendió la medida por la "especificidad del régimen constitucional lingüístico español, que lo hace prácticamente único en el seno de la UE" y porque estos idiomas "se usan dentro del Parlamento español", dijo Albares, el día en que el catalán, el gallego y el euskera se usarán hoy por primera vez en el Congreso de los Diputados.

España ofrece asumir los costes de oficializar catalán, gallego y euskera en la UE

El ministro señaló que "no se trata de una propuesta nueva o inédita por parte de España", pues ya en 2005 se acordaron "arreglos administrativos" para que estas tres lenguas se puedan usar en la UE.

Albares manifestó la voluntad del Gobierno español de financiar los costes y también dijo que se trata de una propuesta legal conforme al derecho comunitario, ya que el artículo 55.2 del Tratado de Lisboa permite traducir al catalán, al gallego y al euskera esta norma fundamental de la UE.

Hasta ahora, una gran mayoría de países de la UE han manifestado dudas prácticas, financieras y legales y han pedido que los servicios jurídicos del Consejo elaboren un informe, por lo que probablemente España no logrará aprobar hoy la modificación del reglamento, como pidieron los partidos independentistas catalanes.

El Gobierno ha generado malestar entre sus socios nacionalistas vascos y gallegos después de haber planteado al resto de los Veintisiete dar prioridad a la inclusión del catalán como lengua oficial de la UE, dejando para después el euskera y el gallego con vistas a superar las dudas planteadas desde varias capitales europeas.

Tampoco en ERC y Junts se han dado por satisfechos y han afeado al Gobierno no haber hecho lo suficiente.