Greenpeace: "Que España cumpla el Acuerdo de París depende de los Ayuntamientos"

  • Barcelona, Bilbao, Madrid, Málaga, Sevilla y Valenci,casi la mitad de las emisiones del transporte en España
  • El transporte es responsable del 10% de las emisiones de CO2 y un 40% corresponde a la movilidad urbana

El Gobierno de España se ha comprometido, junto con otros cerca de 200 países, a hacer lo posible para que la temperatura del planeta no suba más de 1,5 grados, sin embargo, cumplir su meta de reducción de emisiones está en gran parte en manos de los ayuntamientos y de cómo gestionen la movilidad urbana.

Así lo pone de manifiesto el informe El transporte en las ciudades: un motor sin freno del cambio climático realizado por Greenpeace y presentado hoy en Madrid por Mario Rodríguez y Mariano González, director y portavoz de Energía de esa organización, respectivamente.

El estudio concluye que el transporte es responsable del 10 % de las emisiones de CO2 que se emiten España, y que de ese porcentaje, casi la mitad, un 40%, corresponde a la movilidad en zonas urbanas, por lo que actuar sobre ella es "vital" para cumplir los objetivos climáticos.

"No vale aceptar que hay que mantener la temperatura por debajo de 1,5 grados, y esperar a que haya formación de gobierno para desarrollar medidas para cumplir la parte que nos toca, porque parte de estas actuaciones están en manos de los ayuntamientos", ha destacado el director de Greenpeace.

En esa línea, la organización exige a los Gobiernos locales un objetivo que considera "razonable y viable": que se propongan una reducción de emisiones del transporte urbano del 50 % en 2030 -respecto los niveles de 2012- y pongan en marcha medidas decididas para lograr esta meta.

REDUCIR UN 35% LOS DESPLAZAMIENTOS EN VEHÍCULO PROVADO EN ZONAS METROPOLITANAS

Greenpeace ya ha calculado que para conseguir ese objetivo, habría que reducir un 35% los desplazamientos en vehículo privado en las zonas metropolitanas y derivar esos desplazamientos al transporte público, la marcha a pie y la bicicleta.

Esa medida, reconoce la organización, supondría sacar de la circulación 9,6 millones de coches (un 44% de los que actualmente circulan por áreas urbanas). Además, la eficiencia del parque móvil debería mejorar en un 35%, en parte "con la electrificación del transporte urbano, pasando del 8,2 de electrificación actual a un 16,5% en 2030", ha explicado González.

La ocupación media de los vehículos, que actualmente se sitúa en 1,6 personas por coche, tendría que mejorar un 15% hasta estar en 1,9 personas por vehículo; otro 15% la de los medios ferroviarios (metro, cercanías y tranvía) y un 30% la de los autobuses, donde la ocupación medida debe pasar de 13 a 17 personas.

SUSPENSO GENERAL A LOS PLANES DE MOVILIDAD DE LAS GRANDES CIUDADES

Greenpeace hará campaña con los ayuntamientos para que enfoquen hacia este objetivo -un 50% de reducción de emisiones del transporte urbano en 2030- sus planes de movilidad y pongan en marcha medidas para alcanzarlo.

De momento, ha llevado a cabo una evaluación de los planes de movilidad existentes en seis áreas metropolitanas (Barcelona, Bilbao, Madrid, Málaga, Sevilla y Valencia) que suman casi la mitad de las emisiones del transporte metropolitano en España y determinado que las seis urbes suspenden en esta materia.

"Hemos analizado los planes de movilidad urbana vigentes y visto que hay que rehacerlos con objetivos y medidas más ambiciosas, que además deben contar con un seguimiento exhaustivo de su cumplimiento", ha incidido el responsable de campaña de Energía de Greenpeace.

Aún así, Barcelona es la que mejor parada sale, ya que su plan de movilidad y el de su área metropolitana "son los que más elaboración presentan". Le siguen por orden: Madrid, Valencia, Málaga, Sevilla y, en último lugar, Bilbao, "que a día de hoy no cuenta con ningún plan, aunque aparentemente se encuentra en fase de elaboración", ha dicho González.

Entre las medidas que la ONG recomienda a los ayuntamientos están las políticas fiscales y tarifarias, "para que el que más contamine más pague", la regulación más estricta y disuasoria del aparcamiento, o un incremento de la movilidad eléctrica tanto en el desplazamiento de personas como de mercancías.

Desde Greenpeace están convencidos de que los ayuntamientos "pueden liderar la acción climática mejorando la movilidad urbana, y de manera simultánea la contaminación del aire, la siniestralidad y la calidad de vida de los vecinos, consiguiendo ciudades más limpias y habitables".