A la caza del infractor. El Gobierno anima a que se presenten denuncias contra los fumadores que incumplan la Ley Antitabaco que entró en vigor el día 2 de enero, y enciendan su cigarrillo en el interior de cualquier espacio público.
Así, la ministra de Sanidad, Política Social e Igualdad, Leire Pajín, asegura que los primeros días de la nueva ley antitabaco están transcurriendo con "toda normalidad" como se esperaba, si bien recuerda a los ciudadanos que "pueden denunciar a aquel que esté incumpliendo esta ley" y fume donde esté prohibido.
En declaraciones a la Cadena Ser, la titular de Sanidad reconoce que la nueva ley está respaldada por todas las instituciones y "confía en el cumplimiento por parte de los ciudadanos". De hecho, insiste en que serán ellos mismos "los primeros que van a exigirlo", dada la "cultura cívica de este país".
"No obstante, --añade Pajín--, cualquier ciudadano puede denunciar a aquel que está incumpliendo esta ley allí donde se produzca de una forma habitual, como se ha hecho hasta ahora, con otro tipo de supuestos delitos o de incumplimientos de leyes".
De hecho, la ministra destaca que cualquier aspecto de la ley que regula los espacios abiertos, bien las zonas de ocio de los niños bien las puertas de los hospitales, "requiere de pautas cívicas de comportamiento nuevas en nuestra sociedad".
PRIMERAS DENUNCIAS
Por su parte, la asociación de consumidores FACUA alienta también el chivatazo contra los hosteleros que se salten la prohibición de fumar en sus locales (lo hace a través de una web habilitada para recoger las denuncias).
La federación de consumidores FACUA ha recibido 311 quejas de toda España por incumplimiento de la Ley Antitabaco en sus primeras 24 horas de vigencia y ha presentado una primera denuncia contra un bar de Sevilla que no ha puesto carteles con la prohibición y sigue vendiendo cigarrillos a menores.
El portavoz de FACUA, Rubén Sánchez, ha dicho en rueda de prensa que la página web habilitada por su organización ha recibido hasta las 11 horas de hoy 311 denuncias de toda España, la mayor parte procedentes de Andalucía (86), Cataluña (45) y Madrid (32).
A su vez, la organización ha presentado una primera denuncia contra un bar del centro de Sevilla, denunciado sin éxito en el pasado, que sigue teniendo una máquina expendedora de cigarrillos en el exterior sin mando a distancia que permita evitar la venta a menores y no ha puesto carteles indicando la prohibición de fumar.
Las 311 quejas se refieren a bares y restaurantes donde los clientes siguen fumando sin recibir llamadas de atención, donde el dueño anuncia públicamente que seguirá permitiéndolo y de centros de salud u hospitales que no han retirado los ceniceros de sus puertas. "Pocas" reclamaciones se refieren a gente que fuma en parques infantiles, ha añadido el portavoz.
Rubén Sánchez ha hecho un llamamiento a la colaboración del sector hostelero porque "los bares no se van a vaciar y no van a perder ingresos", y ha atribuido las afirmaciones en ese sentido a "la mano del 'lobby' de la industria tabaquera, como ha hecho en otros países, para crear un clima de opinión de que existe una persecución contra el fumador".
LOS HOSTELEROS ADIVIERTEN QUE ELSECTOR PERDERA MAS VENTAS
Por su parte, el presidente de la Federación Española de Hostelería (FEHR), José María Rubio, ha explicado que, con la entrada en vigor de la nueva ley antitabaco, el sector perderá "más ventas que clientes" porque, al entrar y salir de los locales para fumar, "consumirán mucho menos".
En declaraciones a Europa Press, Rubio ha señalado que, dos días después de su aplicación, todavía "es pronto" para ver las posibles consecuencias que su aplicación pueda tener para clientes y empresarios, aunque asegura que las tendrá "en poco tiempo". "Dentro de 5 ó 6 semanas comenzaremos a detectar los primeros efectos", augura, aunque reconoce que los empresarios ya han acatado la ley "con resignación".
Según ha avanzado, hasta el momento sólo se han dado ciertos incidentes aislados como denuncias anónimas o incluso bares donde se ha tenido que personar la Policía "porque algún cliente se negaba a apagar el cigarrillo". "Aunque ya estamos mentalizados, al final la legislación afectará a todos, fumadores y no fumadores, que serán testigos de sus efectos", ha augurado.
"Los más afectados serán los locales más pequeños con una clientela fija y reducida de la que dependen", explica. Según Rubio, la nueva ley es "hipócrita" porque en realidad no persigue reducir el número de fumadores. "Si ese fuera el principal objetivo, se idearían planes educativos que concienciasen de los perjucios del tabaco y no se seguiría ampliando el número de máquinas que se conceden a los bares", concluye.