El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, ha considerado que los efectos de la crisis de la recién rescatada Irlanda "se han extendido" de forma "rápida" sobre los países periféricos, y ha subrayado que "se han dejado sentir" sobre la deuda española, si bien ha matizado que "en menor medida" que sobre la solvencia de Grecia y Portugal. Durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos en el Senado, Ordóñez reiteró la necesidad de "mantenerse vigilantes" ante el rebrote de la presión de los mercados de las últimas semanas.Fernández Ordóñez reclamó transparencia, austeridad y reformas estructurales y urgió a aplicar la reforma laboral "cuanto antes" y a completar la reestructuración de las Cajas de Ahorro. Ordóñez cree además que la reforma de las pensiones es "crucial" para generar confianza en los inversores.
"Los desarrollos de las ultimas semanas refuerzan la validez y oportunidad de este mensaje", aseguró, al tiempo que resaltó el "mayor detalle y transparencia" de los 'test de estrés' sobre la banca española.
"Estamos en una lista que tiene impacto", admitió el gobernador en declaraciones a los periodistas tras su intervención en la Comisión, que puntualizó que el "efecto contagio" sobre España ha sido "menor" que el producido en Portugal y Grecia, aunque "mayor" que el contagiado a Italia y Bélgica.
Así pues, quiso diferenciar entre las economías española e irlandesa, porque los problemas de las cajas de ahorros se han afrontado con reestructuraciones. Eso sí, recordó que el "principal problema" de la economía española es la elevada tasa de paro, que sobrepasa el 20% de la población activa.
"No existe comparación", sentenció, para después emplazar a reafirmar los compromisos "clave" de austeridad, déficit público y reformas estructurales para relanzar la economía y repeler las dudas sobre la solvencia de España.
APLICAR LA REFORMA LABORAL "CUANTO ANTES" Y PONER EN MARCHA REFORMAS ESTRUCTURALES
En este sentido, pidió "tiempo" para constatar los efectos sobre la reforma laboral, si bien instó a ponerla en marcha "cuanto antes", lo que consideró un "camino fundamental" para evitar un eventual rescate de la UE y el FMI.
"Creo que aún estamos en una situación que no es dramática", afirmó, y se mostró confiado en cuanto a la reducción del déficit público: "Ya perderemos los dos dígitos; los mercados se irán dando cuenta poco a poco de que hay aspectos positivos".
Eso sí, el gobernador del Banco de España dijo estar "convencido" de que las tensiones financieras responden a una "sobrerreacción" de los mercados, y recordó que éstos "no siempre" han sabido valorar correctamente las "fortalezas" de las economías. Ahora bien, consideró un "error" achacar "exclusivamente" a los mercados la responsabilidad del recrudecimiento de las dudas sobre las cuentas públicas españolas.
Fernández Ordóñez, considera además que una reforma de las pensiones "inmediata" y "ambiciosa" no sólo permitiría reafirmar los compromisos de déficit del Gobierno, sino que también podría repercutir "favorablemente" en el coste de financiación del Tesoro, por lo que calificó esta reforma de "crucial" para generar confianza en los inversores.
Ordóñez abogó por retrasar la edad legal de jubilación y por ampliar el mínimo de años necesarios para acceder a la prestación y el período de cálculo de la pensión. Para el gobernador, estas recetas "aliviarían" de manera "sustancial" la presión sobre el futuro gasto público de la Seguridad Social, al tiempo que deseó que del Pacto de Toledo salga una reforma "consensuada". "Ojalá se haga acordada, porque todo lo acordado es mucho mejor", indicó.
Para despejar cualquier atisbo de duda sobre la capacidad de reacción de España, Ordóñez consideró "fundamental" la "imbricación" de la política fiscal con otras herramientas de política económica, muy en particular las políticas de oferta y reformas estructurales orientadas a mejorar la capacidad de generación de empleo.
Por último, el gobernador del Banco de España subrayó la necesidad de contar con un mecanismo permanente de resolución sobre eventuales quiebras en la UE que dé continuidad al fondo creado como consecuencia de la crisis griega, que expira en 2011.
Ante la posibilidad de que el nuevo mecanismo incluya la quita de inversores privados, Ordóñez aclaró que las nuevas decisiones que se tomen en el seno de la UE "no afectarán" ni a la deuda ni a los programas vigentes.