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La grave crisis que vive el sector financiero español se saldará con una inyección masiva de fondos, hasta 100.000 millones de euros, de la Unión Europea, que no exigirá ajustes económicos adicionales al Gobierno, aunque sí a la banca.

La decisión fue adoptada en una larga teleconferencia, unas tres horas, que mantuvieron los ministros de Finanzas de la zona euro, para analizar el grave déficit de capital que arrastra la banca española, y que algunos calculan entre 40.000 y 80.000 millones de euros.

Los fondos irán destinados sólo a las entidades con problemas, entre las que se encuentran las cuatro que han sido nacionalizadas: Bankia -que ha pedido por sí sola 19.000 millones-, CatalunyaCaixa, NovaGalicia, y Banco de Valencia.

El Eurogrupo, tal y como explicó el ministro de Economía, Luis de Guindos, al acabar el encuentro, ha entendido que la única manera de afrontar la tensión creciente en los mercados era "aportar los recursos necesarios" para recapitalizar la banca española.

España, a la vista de la propuesta, ha decidido solicitar esta ayuda, que no exigirá al Gobierno ajustes extras de tipo macroeconómico o fiscal, aunque sí se pedirán contrapartidas a las entidades que decidan utilizar estos fondos para mejorar su solvencia.

Los fondos europeos se entregarán a España, a modo de préstamo, a través del Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada (FROB), el instrumento creado hace unos años para impulsar el saneamiento bancario.

Dado que el FROB es una entidad pública, la cantidad que se invierta en los bancos españoles pasará a engrosar la deuda pública española, y los intereses pagados computarán como gasto a efectos de déficit.

En cualquier caso, el ministro ha descrito las bondades de un acuerdo que permitirá despejar todas las dudas de los mercados, a través de un préstamo que habrá que devolver en condiciones más favorables que las de mercado.

"Es un préstamo muy favorable, que no dejará el mínimo resquicio a la duda", ha dicho De Guindos.

De momento, se desconoce qué cantidad solicitará el Gobierno español, al menos hasta que cuente con los resultados de los informes que ha encargado a dos consultoras y cuatro auditoras sobre la cartera de créditos de la banca.

El primer análisis se conocerá el 21 de junio, y el segundo el 31 de julio. Será entonces cuando se podrá determinar la ayuda necesitada y comenzarán a llegar los recursos procedentes del Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF), y más tarde, cuanto entre en vigor, del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).

El primero que se ha pronunciado al respecto ha sido el Fondo Monetario Internacional (FMI), que la pasada madrugada difundió un duro informe sobre la situación del sector financiero español, al que calcula un déficit de capital de 37.000 millones de euros, aunque podrá multiplicarse por dos si empeora el escenario económico.

Precisamente la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, ha participado en la teleconferencia del Eurogrupo, donde se ha asignado al organismo internacional la tarea de poner en marcha y vigilar la asistencia financiera a la banca.

Lagarde, en un comunicado, ha expresado su "profunda satisfacción" por el anuncio del Eurogrupo, que "resulta crucial" para el éxito de la eurozona.

El secretario del Tesoro de EE.UU, Timothy Geithner, ha valorado también hoy la decisión de España de recapitalizar su sistema bancario y "el compromiso de sus socio europeos de suministrar apoyo" como un "paso concreto hacia la unión financiera en la eurozona".

La Comisión Europea, a través del presidente José Manuel Durao Barroso y el vicepresidente económico, Oli Rehn, ha mostrado también su confianza en que España logrará recuperar la confianza de los inversores y creará las condiciones para el crecimiento.