Eulen acepta una propuesta de la Generalitat que el comité considera "insuficiente"

  • Largas colas en el Prat a pesar de que no hay huelga convocada
  • La propuesta contempla un aumento de hasta 200 euros mensuales por trabajador

Eulen, la empresa encargada del control de seguridad en el Aeropuerto de Barcelona, ha aceptado la propuesta de la Generalitat para desbloquear el conflicto en El Prat, un documento que el comité de huelga ve "insuficiente", aunque lo someterá el jueves a votación de la asamblea de trabajadores.

La Generalitat, que media en este conflicto ha planteado hoy a las partes mejoras laborales y salariales, entre ellas, un aumento de hasta 200 euros mensuales por trabajador y la incorporación de un quinto vigilante en cada filtro de seguridad.

Si la plantilla de Eulen aceptara la propuesta, el comité desconvocaría los paros parciales de los días 11 y 13 de agosto y la huelga indefinida convocada a partir del lunes 14.

Eulen ya ha anunciado que se adhiere al documento que acepta en su totalidad, "con pequeños matices", para solucionar la situación "lo antes posible", a pesar de estar "muy por

encima" de lo que considera "admisible", tal y como ha trasladado a Aena, el gestor aeroportuario.

En un comunicado, Eulen explica que la propuesta supone un incremento salarial medio del 11,5 %, un porcentaje que asume, aunque ve "desproporcionado", ya que su ofrecimiento máximo era de 155 euros.

El texto de la Generalitat prevé un incremento salarial de un 17,83 % para los trabajadores de nueva contratación y de un 8,28 % para los antiguos.

La empresa también acepta otras propuestas de carácter operativo que tendrá que acordar con el comité y que supone la incorporación de nuevo personal.

EL COMITE DE HUELGA LO VE INSUFICIENTE

Por su parte, el portavoz del comité de huelga, Juan Carlos Giménez, ha afirmado que el documento de hoy es "insuficiente", ya que prevé un incremento salarial de "poco más de la mitad" de los 350 euros que reclamaban.

Aún así, trasladará la propuesta a la asamblea de trabajadores que se celebrará el próximo jueves, día 10, en el Aeropuerto de Barcelona, porque es el único órgano "soberano para tomar una decisión".

"Hemos de ver los cuadrantes que nos tienen que dar, pero difícilmente el ofrecimiento de los 200 euros será aceptado. Aún así, lo trasladaremos a la asamblea, que es quien decide", ha declarado.

Sí considera positiva la propuesta de incremento de personal que significaría un aumento de 25 vigilantes de sustitución y un trabajador más en cada puesto de control.

Giménez ha aclarado que este aumento de personal se aplicaría solo en temporada alta y en según qué horarios, por lo que tienen que estudiar si es suficiente o no.

Ha recordado que mañana el comité tiene un juicio pendiente con la empresa, que presentó una demanda por huelga ilegal, por lo que no habrá una nueva reunión de mediación por la mañana.

Eulen ha lamentado en el comunicado los perjuicios que el conflicto causa a los usuarios y ha subrayado que cumple "estrictamente" con la legalidad y los convenios colectivos.

Eulen cuenta en España con más de 47.000 empleados y presta servicio en 23 aeropuertos, 21 de Aena y dos de la Generalitat, y el helipuerto de Algeciras

LARGAS COLAS EN EL AEROPUERTO

Las colas en los controles de seguridad de la terminal T1 del Aeropuerto de Barcelona-El Prat han crecido hasta alcanzar la hora de espera alrededor de las 10:30 horas, con lo que se sigue el patrón de las aglomeraciones que se han producido en los días de huelga.

Los trabajadores de Eulen, empresa encargada de los controles, reclaman mejoras en sus condiciones laborales y hace dos semanas que el conflicto que mantienen con la compañía se está traduciendo en episodios de largas colas, en ocasiones por parones de huelgas oficiales y en otras por un exceso de celo en sus tareas.

En la jornada de hoy no hay ninguna huelga oficial, pero se están repitiendo las colas en las mismas horas que en los días anteriores; es decir, de 5 a 5:30 horas y a partir de las 9:30 horas.

Esta situación está provocando mucha indignación entre los pasajeros, que llegan con muchas horas de antelación al aeropuerto barcelonés por el miedo a perder sus vuelos.

Una de estas personas que hoy tienen un vuelo es la concejala y portavoz adjunta del PDeCAT en Barcelona, Sònia Recasens, que viaja con toda su familia y ha lamentado, en declaraciones a Efe, que el conflicto en El Prat provoca "angustia" aunque se acuda a la terminal con tiempo de sobra.

Además, ha alertado que estas colas, sumadas a los episodios de "turismofobia" que se han vivido en Barcelona, como el ataque a un autobús turístico, pueden "desgastar la marca Barcelona".

A lo largo de la mañana también se han vivido largas colas en los mostradores de facturación, donde se acumulan las personas antes de que se abra su turno porque quieren ser los primeros en dejar la maleta para ir corriendo a pasar los controles de seguridad.

"Es un caos de ciudad, de Estado. Estoy indignado con todo el mundo", ha criticado Jorge, que ha llegado al aeropuerto con dos horas de antelación confiando en que hoy no habría cola.

Otros, como David Queralt, se lo han tomado con más filosofía: "Veníamos prevenidos porque, aunque hoy en teoría no hay huelga, sabíamos que harían huelga encubierta".

FOMENTO APELA A LA RESPONSABILIDAD

Por su parte, el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, urge a la empresa Eulen y a los trabajadores que prestan el servicio en los controles de seguridad de pasajeros en el Aeropuerto de Barcelona-El Prat a llegar a un acuerdo "lo antes posible" para solucionar el conflicto laboral que está generando perjuicios a los pasajeros, acuerdo que debería producirse antes de la siguiente jornada de paros, convocada para este viernes.

"Nadie entenderá que en una cuestión que está generando un daño importante a los ciudadanos y, estando tan próximas las negociaciones, se dilatara aún más el proceso, continuando con las molestias a los pasajeros", ha asegurado De la Serna en un comunicado.

De la Serna apela a la responsabilidad y profesionalidad de los trabajadores de Eulen para que desempeñen su labor con diligencia durante las jornadas sin paros, sobre todo después de conocer las conversaciones de una de las representantes de los trabajadores en las que pedía que se ralentizara el trabajo para provocar "de manera deliberada grandes colas en los controles y así conseguir mayor visibilidad a costa de los pasajeros".