Agentes de la Ertzaintza de Bilbao han desarticulado durante las últimas semanas una importante red de estafadores y falsificadores que actuaba en diversas provincias españolas y con ramificaciones en otros puntos de Europa, con la detención de nueva personas. La organización utilizaba documentación falsa, incluidas tarjetas de identidad de diferentes países, con la que abría cuentas bancarias, gestionaba compras, préstamos y transferencias fraudulentas e ingresaba cheques falsificados o sustraídos.
La Ertzaintza considera que la organización desarticulada era la más importante de estas características que funcionaba en Euskadi y una de las más activas a nivel del Estado. La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 9 de Bilbao, ha contado con la colaboración de la Policía Nacional en actuaciones desarrolladas en Madrid y Murcia. Según ha informado en un comunicado el Departamento vasco de Interior, la investigación de la Ertzaintza para desarticular este importante entramado de falsificación y estafas concluyó la pasada semana con la detención de nueve integrantes de la organización.
Junto con las detenciones, se realizaron un total de 13 registros en otros tantos domicilios y locales, incluidos dos establecimientos comerciales de Bilbao, donde se localizaron casi medio centenar de documentos de identidad extranjeros falsificados, pasaportes, equipos informáticos, teléfonos móviles y numerosos documentos bancarios y recibos robados o falsificados utilizados por la banda para la comisión de sus delitos. Parte de los registros fueron realizados en colaboración con especialistas de inmigración y falsificación de la Policía Nacional en las localidades madrileñas de Móstoles y Fuenlabrada, así como en Murcia, donde en una vivienda se localizó dinero, ordenadores y documentación.
DESDE MADRID FACILITABAN LA DOCUMENTACIÓN
En el organigrama del grupo tenía especial relevancia uno de sus miembros, que, desde Madrid, facilitaba los documentos de identificación falsos al resto de la organización. Este individuo tenía una gran movilidad geográfica y su presencia ha sido detectada en Francia, Bélgica y España. En Euskadi, los documentos se distribuían desde un establecimiento comercial del barrio de Bilbao la Vieja, donde eran recogidos por otros delincuentes contactados por la organización para cometer las estafas. La banda contaba, incluso, con la figura de varios "controladores", encargados de verificar si quienes utilizaban los documentos falsos habían tenido éxito al usar los mismos, para así cobrarles la comisión correspondiente.
ESTAFAS BANCARIAS
La investigación que ha permitido a la Ertzaintza desmantelar la organización se inició el pasado diciembre, cuando se tuvo conocimiento de que un individuo había cobrado varios cheques falsos en una sucursal bancaria de Bilbao por importe de unos 7.000 euros, utilizando para ello un documento de identidad falso. Uno de los talones usados había sido sustraído en Francia, según se pudo averiguar. Días después, era detenido otro sujeto, tras intentar adquirir varios teléfonos móviles en una tienda de la capital vizcaína, utilizando, para ello, un documento de identidad falsificado similar al anterior.
En su poder se le encontraron varios documentos más del mismo tipo. En días sucesivos, varias entidades bancarias más denunciaron la apertura de cuentas fraudulentas por titulares diferentes, pero en cuya documentación la fotografía correspondía siempre a la misma persona. Al coincidir la utilización de documentos falsos en todos estos delitos, la Ertzaintza realizó una revisión de las denuncias recogidas en el País Vasco que pudieran tener alguna vinculación con los hechos, detectándose posibles casos relacionados desde el año 2007.
La investigación llevada a cabo durante las semanas siguientes permitió establecer la existencia de un grupo organizado de estafadores, que contaba con medios técnicos para alterar los documentos, que luego utilizaba en sus delitos. En diferentes entidades bancarias vascas se localizaron cheques fraudulentos procedentes de bancos franceses, irlandeses, australianos y alemanes, uno de ellos por importe de 43.000 euros. La cuantía de la estafa se aproximaría, solo en Bizkaia y durante el último año, a los 200.000 euros.
Las identidades falsas también permitían a los estafadores obtener tarjetas de crédito, cuyas bandas magnéticas modificaban en ocasiones para grabar los datos de otras cuentas residenciadas en bancos americanos, sobre las que cargaban operaciones comerciales. La Ertzaintza ha constatado cargos por un importe total superior a los 20.000 euros, si bien se calcula que el montante total de esta modalidad de estafa será muy superior.
TELEFONIA Y ORDENADORES
La organización también utilizaba la documentación falsificada para comprar artículos, especialmente de telefonía e informáticos. En Euskadi, la documentación utilizada solía incluir recibos de suministro de gas o electricidad robados y modificados.
En una empresa de telefonía vasca se habrían realizado más de 50 altas de telefonía móvil utilizando documentación falsa, que habrían generado un importante volumen de pérdidas, tanto en terminales como en llamadas no cobradas, la mayoría de ellas internacionales. La estafa en este terreno se extendería también a comercios de otros territorios, como una tienda en Madrid, con casi dos centenares de contratos fraudulentos de telefonía por un coste superior a los 20.000 euros.
El material informático adquirido con documentos falsos era vendido, luego, por la organización en el mercado de segunda mano. La cuantía de lo defraudado en el apartado de informática y telefonía superaría los 200.000 euros, según cálculos realizados por la Ertzaintza. Una vez concluidas las diligencias en dependencias policiales, los nueve detenidos, con edades comprendidas entre los 21 y 45 años de edad, han sido puestos por la Ertzaintza a disposición judicial en Bilbao