Este lunes reabre el curso político y judicial, y lo hará con un Tribunal Constitucional ya casi a pleno rendimiento, al tomar posesión de su cargo los cuatro nuevos magistrados designados en los últimos días. Dos nombrados por el Gobierno y dos propuestos por el Consejo General del Poder Judicial. De esta manera se invierte la mayoría del tribunal hacia una tenencia progresista frente al voto mayoritario conservador vigente desde 2013.
Con la renovación de este tercio del Tribunal parecería que así concluye la batalla que ha mantenido a este tribunal en el foco del debate. Sin embargo, quedan todavía dos asuntos espinosos pendientes: falta nombrar un quinto magistrado por el Senado y sobre todo ahora se abre la batalla por la presidencia del Constitucional con dos candidaturas y en consecuencia, con dos sectores judiciales y políticos de nuevo enfrentados.
Los cuatro nuevos magistrados del Tribunal Constitucional (TC) --Juan Carlos Campo, Laura Díez, María Luisa Segoviano y César Tolosa-- tomarán posesión de sus cargos a las 12.30 horas de este lunes en un acto solemne que servirá para consumar la renovación parcial del TC, pendiente desde el pasado 12 de junio.
Los cuatro candidatos ya juraron o prometieron el cargo ante el Rey el 31 de diciembre, después de que el Pleno del TC les diera su 'placet' tras comprobar que cumplían los requisitos legales para el puesto --ser ciudadanos españoles; magistrados, fiscales, abogados, profesores universitarios o funcionarios públicos; y "juristas de reconocida competencia con más de 15 años de ejercicio profesional o en activo en la respectiva función"--.
La toma de posesión de este 9 de enero es el último acto solemne que deben llevar a cabo los cuatro magistrados para consumar la que será la decimocuarta renovación parcial del Tribunal Constitucional.
Con ello, se producirá un cambio en el equilibrio de fuerzas en el TC, ya que pasará de una mayoría conservadora --de 6 magistrados frente a 5-- a una progresista más holgada --de 7 a 4--.
Cabe recordar que aún está vacante la plaza de Alfredo Montoya, que renunció el pasado verano por motivos de salud. Este magistrado fue nombrado por el Senado, por lo que debe ser la Cámara Alta quien designe a su sustituto mediante un proceso de selección que ya ha puesto en marcha.
UNA NUEVA PRESIDENCIA
Además, se da la circunstancia de que dos de los magistrados salientes, Pedro González-Trevijano y Juan Antonio Xiol, ostentan la Presidencia y la Vicepresidencia del TC, respectivamente, por lo que habrá que elegir a los nuevos titulares de estos cargos.
Tras la partida de González-Trevijano, el magistrado de mayor antig~edad, Ricardo Enríquez, asumirá de forma interina las funciones de presidente para convocar un primer Pleno donde se votará al presidente y al vicepresidente.
Hasta ahora, los dos nombres que han trascendido para presidir el Constitucional son los de Cándido Conde-Pumpido y María Luisa Balaguer, ambos del ala progresista.
En la última semana se han producido contactos informales para tantear el terreno pero las fuentes de la corte de garantías consultadas por Europa Press aseguran que no será hasta después de la toma de posesión cuando ambos bloques, progresista y conservador, se reúnan para lanzar candidatos formales.
Las citadas fuentes avanzan que, probablemente, el Pleno para elegir al presidente y al vicepresidente se celebrará el martes, por lo que cabe esperar que los contactos de los aspirantes definitivos con los demás magistrados se sucedan en esas 24 horas con el objetivo de lograr los apoyos suficientes.
LOS RECIEN LLEGADOS, "DETERMINANTES"
Las fuentes subrayan que los recién llegados serán "determinantes" para decantar la balanza, de ahí la importancia de las negociaciones que se produzcan una vez hayan tomado posesión de sus cargos.
En una entrevista concedida el pasado lunes a Onda Cero, Segoviano rehusó revelar si apoyaría a Conde-Pumpido o a Balaguer, pero destacó la importancia de que quien ejerza la Presidencia del TC tenga la "empatía" necesaria para "limar asperezas" entre los magistrados cuando sea necesario.
La votación será secreta y requerirá mayoría absoluta pero, si no hubiera 'fumata blanca', se procederá a una segunda votación que se resolverá por mayoría simple. En caso de empate se hará una última votación y, de persistir las tablas, se propondrá para el cargo al magistrado de mayor antig~edad: Enríquez.
Una vez seleccionados, los candidatos a presidente y vicepresidente del TC se elevarán al jefe de Estado, a quien corresponde realizar dichos nombramientos para un periodo de tres años, renovable solamente por otros tres.