La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, y el presidente de RENFE, Isaías Táboas | EUROPA PRESS
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El presidente de Renfe, Isaías Táboas, ha dimitido y la secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Isabel Pardo de Vera, ha sido cesada.

Ambas salidas llegan tras la polémica de los nuevos trenes de ancho métrico contratados para Cantabria y Asturias, según han confirmado este lunes a Efe fuentes del Ministerio.

Raül Blanco será el nuevo presidente de Renfe y David Lucas, el secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, cuyos cargos serán aprobados el martes por el Consejo de Ministros, según han confirmado a Efe fuentes de ese ministerio.

Blanco fue secretario general de Industria y PYME y recientemente fue designado al frente de la Fundación de la Escuela de Organización Industrial. Lucas era hasta ahora secretario general de Agenda Urbana y Vivienda.

Los trenes de Cantabria y Asturias le cuestan el puesto al presidente de Renfe y la secretaria de Estado de Transportes

El anuncio del relevo de Táboas e Isabel Pardo se produce antes de que la ministra se reúna este lunes por la tarde con los presidentes de Asturias y Cantabria, Adrián Barbón y Miguel Ángel Revilla, respectivamente, para explicar cómo se han producido los errores en las medidas de los trenes contratados, que provocarán una demora en su fabricación de dos años.

Un "problema de diseño"

A principios de febrero, se conoció que la fabricación de los 31 trenes de ancho métrico adjudicados por Renfe a CAF en 2020, para renovar la flota que presta servicio de Cercanías y Media Distancia en Asturias, Cantabria, País Vasco, Galicia, Castilla y León y Murcia, se iba a demorar por un problema en su diseño.

Renfe contrató dichos trenes en 2020 con medidas erróneas para los túneles de la red de ancho métrico (antigua Feve) y, una vez detectado el problema, se empezó a buscar soluciones, descartando la aplicación de los gálibos estándar, ya que se construirían trenes con unas dimensiones inferiores a las de los actuales y, por tanto, demasiado pequeños para las prestaciones que se buscaban.

Finalmente, se optó por el denominado “método comparativo”, recogido en la norma europea EN 15273, que consiste en la utilización como base un tren que actualmente circula por las líneas de ancho métrico como referencia.

El método comparativo "permitirá optimizar el diseño y el aprovechamiento de la sección transversal disponible en la red de ancho métrico", de acuerdo con el Ministerio, que ha insistido en que no se ha fabricado ningún tren, puesto que las "incongruencias" se detectaron en las primeras fases del diseño de las nuevas unidades, y que "no se ha malgastado ningún euro de los españoles".

El presidente de Cantabria ha criticado no solo que la adjudicación se hiciera "sin medir los trenes ni los túneles", sino que "durante dos años y pico lo sabían y no han dicho nada"; mientras que el de Asturias ha calificado la situación de "un escándalo que no admite otro calificativo que bochorno y vergüenza".