Las policías española y marroquí han desmantelado hoy una red yihadista que había conseguido reclutar ya a doce mujeres jóvenes a través de las redes sociales y foros de Whatsapp para enviarlas al frente sirio-iraquí de la organización terrorista Daesh. Según informa el Ministerio del Interior, la Operación Kibera, dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, se ha saldado con la detención de siete personas, de las que cinco han sido en España y otras dos en la localidad marroquí de Castillejos.
De los arrestados en nuestro país, cuatro son mujeres, entre ellas una menor de edad, y un hombre. Las detenciones se han practicado en Melilla (dos mujeres y un hombre), Ceuta (una joven de 21 años) y Barcelona (otra mujer de nacionalidad chilena).
Todos ellos están acusados de formar parte activa de una red internacional en la que cada uno de ellos desempeñaba un rol concreto de captación, reclutamiento y envío de mujeres jóvenes al frente sirio-iraquí en el marco de la organización terrorista Daesh.
En el primer estrato, las fuerzas de seguridad sitúan a los directores, papel desempeñado por los dos arrestados en Marruecos que, si bien actuaban en la sombra, ostentaban la máxima responsabilidad de la red y se valían de facilitadores y mujeres jóvenes que tendrían el papel de "reclutadoras activas".
Las cuatro mujeres detenidas en España tenían esta misión. Manejaban las redes sociales para reclutar a otras jóvenes, el último escalafón de la red.
Interior cifra que hasta la fecha se ha logrado identificar a doce mujeres captadas tras ser sometidas a un proceso de radicalización a través de las redes sociales, con el objetivo de integrarlas en Daesh y enviarlas a la zona de conflicto.
Una vez atrapadas en este grupo son empujadas "irremediablemente" a una vía de no retorno.
Mientras, el único hombre detenido en España, concretamente en Melilla, tenía como rol el facilitar todos los contactos.
De las investigaciones se desprende que las reclutadoras insertaban mensajes y propaganda en redes sociales y Facebook en los que insistían en "la supuesta crisis de valores existente en la sociedad occidental actual", que solo podría superarse con el Islam.
Se trata de mensajes dirigidos a mujeres jóvenes, cuyas respuestas positivas filtraban las reclutadoras para seleccionar a las víctimas que pasarían a la segunda fase.
En ella, una vez seleccionadas, se las redirigía a foros privados de Whatsapp donde se les daba consignas para pasar a la acción.
Cuando ya daban ese paso, la red las derivaba a foros más exclusivos y con más medidas de seguridad, y solo cuando se tenía constancia del reclutamiento efectivo se producía el contacto personal.
Todas ellas cumplían una serie de patrones comunes, como su juventud -algunas menores de edad-, bajas expectativas socio-laborales o usuarias de redes sociales sin supervisión. La preferencia para captarlas era Ceuta y Melilla.
Durante la operación se han llevado a cabo seis registros domiciliarios en Barcelona, Ceuta y Melilla.
Las primeras detenciones de mujeres relacionadas con el terrorismo yihadista en España se produjeron el pasado mes de agosto, cuando dos mujeres españolas, una de ellas menor de edad, fueron arrestadas en Melilla al pretender cruzar la frontera de Marruecos para sumarse allí a una red de Al Qaeda que las trasladaría como yihadistas a Irak o Siria.
Estas dos mujeres captadas se encontraban, por tanto, en la fase de traslado a las zonas de conflicto, donde querían integrarse plenamente en células terroristas del autodenominado Estado Islámico.
Ayer mismo, la Policía francesa desmanteló en los alrededores de Toulouse, en el sur del país, otra red yihadista que también captaba a futuros terroristas para ser enviados a Siria.