La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha pedido hoy el voto a su partido en las elecciones europeas frente al de las formaciones "personalistas", las que son "antisistema" o quienes siguen anclados "en el pasado" y quieren devolver a España al "principio de la crisis".
En su discurso de apertura de la Intermunicipal del partido, que se celebra hoy y mañana en Valencia, Cospedal ha arremetido así contra los rivales del PP en los comicios del 25 de mayo, en un discurso en el que también ha acusado a los socialistas liderados por Alfredo Pérez Rubalcaba de "no creer en Europa".
La número dos de los populares ha pasado de puntillas por la incógnita del cabeza de lista de su partido, y ante los alcaldes y concejales venidos de toda España se ha limitado a señalar que el PP tiene "grandísimos valores" y un "magnífico banquillo", también en las comunidades y en los ayuntamientos.
Y ha bromeado al señalar que los participantes en la intermunicipal le preguntaban esta mañana si el candidato va a salir de la política local: les ha dicho que va a salir de "aquí, del PP, claro".
María Dolores de Cospedal ha abierto su discurso agradeciendo la labor de los concejales populares, en especial los del País Vasco y Navarra y los de Cataluña, y de estos últimos ha destacado que demuestran que están "a la altura que se merece el pueblo de Cataluña defendiendo la unidad" del país.
Y también ha arremetido con los soberanistas catalanes más tarde, cuando ha advertido, al recordar los fondos europeos conseguidos con el Gobierno de Mariano Rajoy, de que "hay algunos que quieren privar a sus ciudadanos" de esas partidas, como también "quieren privar a los catalanes de ser españoles y europeos".
"Pero el PP también está para evitar que eso se pueda producir", ha asegurado.
EL PSOE ES SINÓNIMO DE CRISIS
En su intervención, Cospedal ha pedido a los suyos que recuerden a los ciudadanos, porque "a veces se olvida", que es el PP el partido en el que confiaron para gobernar en la mayor parte de las instituciones porque consideraron que es el que les puede sacar de la crisis, y no apoyaron a los socialistas, que hacen "de la algarada y de la confrontación una forma hacer política".
Y ha recurrido a una de las consignas del PP en esta precampaña, la de que nadie "echa de menos" al PSOE. Así, se ha referido a los socialistas como los que "se llenan la boca" dando "lecciones" de lo que hay que hacer, cuyas siglas son "sinónimo de crisis, de quiebra de las pensiones, de deudas en la sanidad o de facturas sin pagar" y también "sinónimo de caos, de retroceso y de no querer reconocer la realidad"
"Y por eso, precisamente, no les echamos de menos", ha dicho la dirigente popular. También ha advertido Cospedal de las diferencias de los resultados obtenidos en Europa gobernando el PP frente a cuando lo hacían los socialistas, "los del buen rollo", porque ahora, ha subrayado, se han conseguido mejores resultados en las negociaciones presupuestarias y en el recibimiento de fondos europeos.
Pero no sólo del PSOE ha hablado Cospedal, también ha pedido el apoyo al PP frente a otras formaciones Aunque no ha citado explícitamente a UPyD e IU -a quienes las encuestas auguran subidas en los próximos comicios- sí ha criticado a los partidos "personalistas", que "justifican su propia existencia por las personas que están ahí" o a los "antisistema", que quieren entrar en el sistema para "reventarlo".
Y de nuevo ha aludido a los socialistas al referirse a los partidos que "miran al pasado" y quieren "volver a poner" el país "al principio de la crisis". "No podemos volver a repetir el pasado", ha dicho Cospedal, para quien el PP es el único que quiere "seguir avanzando", dejar atrás la crisis y "volver a hablar en el futuro milagro recuperación de España y de la creación de empleo".
Además ha reprochado al líder socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, que hace tres años dijera que en España iba "todo bien" y los problemas venía de Europa y ahora apunte que "las cosas buenas" proceden de la UE mientras el Gobierno lo hace "todo mal". Ese discurso, ha dicho Cospedal, demuestra que los socialistas "en el fondo no creen en Europa" ni tampoco en "la capacidad" de España para salir adelante.