La Junta de Portavoces del Congreso, con la mayoría del PP, ha acordado incluir en la sesión plenaria del próximo miércoles la toma en consideración de la proposición de ley del PP que plantea la reforma del Tribunal Constitucional, rechazada por toda la oposición, y que se tramitará por la vía de urgencia. El PP, gracias a su mayoría absoluta, ha logrado que la Junta de Portavoces del Congreso dé su visto bueno a la tramitación exprés de la reforma, pese al rechazo de toda la oposición.
La Junta de Portavoces ha acordado incluir en la sesión plenaria del próximo miércoles, tras el debate de Presupuestos, la toma en consideración de la proposición de ley del PP, que plantea modificar la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional para dotar al alto tribunal de potestad para hacer cumplir sus resoluciones y sancionar a cargos públicos que desoigan sus sentencias.
De esta forma, la reforma se aprobará en la siguiente sesión plenaria, el martes 29 de septiembre, antes de que acabe la legislatura, como quería el Gobierno.
El PP, a través de su portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, ha vuelto a defender la iniciativa como legítima, democrática y oportuna para que aquellos que "quieren romper la soberanía del Estado sepan que no pueden vulnerar la Constitución sin que eso tenga consecuencias".
La oposición, sin embargo, no sólo se opone a la reforma, sino también a su tramitación urgente, aunque la Mesa y la Junta del Congreso han rechazado el recurso que presentaron contra la decisión de la semana pasada del presidente de la Cámara, Jesús Posada, de calificar la iniciativa para poder tramitarla de forma urgente.
El recurso se ha rechazado con cuatro votos en contra (los del PP) y uno a favor (PSOE), ya que Posada ha decidido no participar en la votación al tratarse de un asunto que le afectaba personalmente.
Los grupos de la oposición han coincidido en denunciar el "abuso" que ha hecho el PP de su mayoría absoluta para acelerar esta reforma, al tiempo que el PSOE, a través de su portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, ya ha anunciado que recurrirá la medida ante el propio Tribunal Constitucional en cuanto sea aprobada por el pleno.
Para el portavoz socialista, hoy se ha producido una "quiebra de la confianza de los grupos en la Presidencia del Congreso" y un "atropello de la mayoría a las normas y usos y costumbres" de la Cámara.
El portavoz del PP, por su parte, ha mostrado su sorpresa, disgusto y preocupación por la posición de los socialistas, a quienes ha reprochado su coincidencia en este asunto "capital" con un partido como Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), que quiere "romper España".
También ha sido contundente el portavoz de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC), Pere Macías, quien ha acusado al PP de "reventar las instituciones democráticas" por su "obsesión" contra el presidente de la Generalitat, Artur Mas. Macías ha calificado como un hecho de "extrema gravedad" que los populares con sus únicos votos y pese al rechazo unánime de la oposición hayan aprobado el trámite exprés para la reforma del Tribunal Constitucional y ha pedido al resto de las fuerzas políticas, y en especial al PSOE, un compromiso para derogarla en la próxima legislatura.
A las críticas se ha sumado el portavoz adjunto de la Izquierda Plural, Joan Coscubiela, quien ha acusado al PP por haber perpetrado un "autogolpe" contra la democracia al querer modificar el Constitucional por la vía de una proposición de ley, lo que considera una "aberración democrática". Al igual que Macías, Coscubiela ha opinado que lo que ha querido hacer el PP con esta medida es poner al servicio de su partido su estrategia electoral en Cataluña.
Rosa Díez, portavoz de UPyD, ha insistido en que el Gobierno tiene instrumentos "sobrados" para que se cumpla la ley y las resoluciones de los tribunales sin necesidad de cambiar la ley, sino haciendo que se cumpla.
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha denunciado también "el uso deplorable" que el PP hace de las instituciones, "digno de otro tipo de regímenes despóticos", mientras Joan Tardà (ERC) ha enmarcado la "manipulación" del presidente del Congreso en un intento de "crear miedo e incertidumbres" y amenazar a la ciudadanía catalana. "¡Estúpidos! ¡No saben que la democracia es imbatible!", se ha quejado el diputado independentista, en alusión a los que "creen que con amenazas se van a salir con la suya".