El Pleno del Congreso ha debatido el proyecto de ley de reforma de pensiones que se votará y aprobará esta tarde, de forma definitiva, con el único respaldo del PP y el rechazo de toda la oposición que ha dicho que la "echará para atrás" cuando haya cambio de Gobierno.
De esta forma, la norma, que entrará en vigor el 1 de enero de 2014, concluye los trámites parlamentarios tras mes y medio de debate en ambas cámaras, dónde los partidos de la oposición llegaron a defender, sin éxito, hasta nueve vetos y 90 enmiendas.
La oposición ha reiterado que la reforma no sólo ha sido rechazada por los partidos si no también por agentes sociales, sindicatos y patronal además de un informe crítico del Consejo Económico y Social (CES).
En este contexto, la diputada socialista Isabel López i Chamosa ha asegurado que la ley tiene fecha de caducidad "que es la del día que pierdan la mayoría absoluta".
López i Chamosa ha pedido al PP que "vuelva al Pacto de Toledo y a la negociación" y ha calificado al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de "termita" del estado del bienestar "que, como el caballo de Atila, cuando se vaya no habrá hierba bajo sus pies". La diputada socialista ha afirmado que la ley "rompe todos los consensos" alcanzados desde 1995 con el citado Pacto de Toledo y ha augurado que 2014 será el año del recorte de las libertades públicas.
En el mismo sentido se ha manifestado el diputado de CiU Carles Campuzano quien ha avisado que "cuando las fuerzas cambien, la reforma será revisada y echada hacia atrás".
A esto, la diputada del PP Carolina España ha respondido que de producirse esta situación y la norma fuese derogada, "volvería la ruina, el déficit, la congelación y el rescate" por lo que ha instado a la oposición a "arrimar el hombro".
El diputado del Grupo Mixto Pedro Quevedo ha anunciado que su grupo apoyará "cualquier recurso de inconstitucionalidad" que se presente contra la reforma mientras que Joan Tardá (ERC) ha planteado a la izquierda parlamentaria que se "articule algún tipo de frente" contra la reforma, que calificó de "ofensiva que no tiene freno", además de "expropiación y robo".
La diputada del BNG Olaia Fernández ha señalado que la reforma esconde la pretensión de impulsar los planes privados, algo en lo que también ha coincidido el diputado de Amaiur Sabino Cuadra que ha vaticinado que el sistema público va quedar reducido a la beneficencia.
El diputado del PNV Emlio Olabarría ha hecho hincapié en la falta de consenso y de diálogo mientras que por UPyD, el diputado Álvaro Anchuelo ha invocado el Pacto de Toledo al tiempo que ha lamentado que el PP se comporte como una "apisonadora sin rumbo y con los ojos vendados".
El diputado de IU, José Luis Centella, ha insistido en que la aprobación de la reforma demuestra que España "está intervenida" y ha recordado que el gasto en pensiones es el 10,7% del PIB, por debajo de la media europea, que es del 13%.
Finalmente, la portavoz del PP en la Comisión del Pacto de Toledo, Carolina España, ha reiterado que con la reforma aprobada "las pensiones subirán siempre" y "en el peor de los casos crecerán un 0,25%".
Con ello, la diputada popular ha querido mandar un mensaje de tranquilidad a los nueve millones de pensionistas, que serán quince en el año 2050.