Calvo asegura que el feminismo se defiende con "trabajo" no con "el relato"

  • Dice que "en estos momentos de conceptos posmodernos" son necesarios "valores donde el rumbo no se pierde y donde la agenda es certera"
Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno
Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno |REDACCIÓN

La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha defendido "el trabajo" del PSOE en relación al feminismo frente "al relato", y ha insistido en que el feminismo "no puede ser achicado ni estar donde no tiene que estar".

La secretaria de Igualad del PSOE ha subrayado que el partido siempre está "a la vanguardia" de la reflexión y ha incidido en que para los socialistas la política es gestión, cumplir lo prometido y "escuchar la realidad": "La política no es el relato, es el tajo del trabajo".

Durante su intervención en las jornadas sobre Economía Feminista organizadas por el PSOE, Calvo ha recordado una recientes palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: "Para los socialistas el cielo está aquí, en cada despacho, en cada correo electrónico, en cada decisión que tomamos", ha subrayado.

Por ello, ha insistido en que el feminismo "no puede ser achicado ni estar donde no tiene que estar", sino que hay que seguir construyendo "la ciudadanía de las mujeres" en este momento de grandes "confusiones y de muchas turbulencias".

Valores "seguros"

En este sentido, Calvo ha recalcado que conviene agarrarse a valores que "son seguros", defendiendo que "muchos de ellos" se encuentran en el pasado del PSOE. "No se puede ser demócrata ni mucho menos socialista sin ser feminista", ha recalcado.

"En momentos donde conceptos posmodernos que nos hacen situaciones muy líquidas y etéreas hay que estar amarrados a valores donde el rumbo no se pierde, donde la agenda es certera y se coloca justamente donde las mujeres tienen las dificultades para ser ciudadanas y para que el Estado les responda con especificidad a cuáles son también sus problemas", ha señalado.

Calvo ha asegurado que seguirá trabajando en políticas de discriminación positiva para sostener el principio que, en su opinión, no se puede separar ni ética ni políticamente la agenda del Estado y es que "no se puede tratar por igual a los desiguales, porque de ahí no sale la igualdad".