El Papa Benedicto XVI ha iniciado pasadas las nueve de la mañana su recorrido con Papamóvil desde el Palacio Arzobispal de Barcelona, donde ha dormido, en lo que será un desfile entre multitudes por las calles más céntricas de la ciudad hasta alcanzar la Sagrada Familia, donde dedicará el templo y rezará el Ángelus ante miles de personas.
Centenares de católicos, la mayoría jóvenes y procedentes de todos los rincones de España, algunos de los cuales han pasado la noche a la intemperie, se han agolpado cerca del estricto cordón de seguridad en la Avenida de la Catedral tras haber bailado y cantado durante las horas previas para celebrar la estancia del Pontífice a la ciudad.
El Pontífice, flanqueado por su guardia personal vaticana, ha avanzado por la Avenida de la Catedral hacia la Via Laietana, inicio de su recorrido, custodiado por dos filas de Mossos d'Esquadra, la primera de ellas de agente de gala, en una zona bajo extremas medidas de seguridad.
Acompañaba al Papa en el interior del vehículo su secretario personal, Georg Gaenswein, y el arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, mientras de fondo se oía el sonoro repicar de campanas de la Catedral de Barcelonal.
Familias enteras llegadas horas antes han esperado con paciencia la salida del Pontífice. Algunas madres han aprovechado para aleccionar a los niños más pequeños sobre la importancia del Papa: "El Papa es muy muy importante", ha dicho una madre a dos hijos pequeños mientras corrían hacia a la Catedral.
Un grupo de universitarios venidos de Murcia reunidos con sus guitarras y panderetas han entonado canciones corales para celebrar que el Papa haya visitado España.
No han sido los únicos, ya que tres autobuses de Castellón llegaron anoche en un viaje organizado y han pasado la noche en casas de familiares.
Junto a los fieles que le esperaban a la avenida con banderines de bienvenida, también se han congregado un grupo de activistas homosexuales para protestar por la visión de la Iglesia sobre su libertad sexual y han reproducido una cadena de besos al paso de la comitiva papal ante gran expectación mediática.
El recorrido va desde la misma avenida Catedral, pasando por Via Laietana, Pau Claris, Diputació y Marina para poder guardar una foto o tener un recuerdo del paso del Pontífice por la capital catalana.
Al finalizar el recorrido, el Obispo de Roma se reunirá con Sus Majestades los Reyes en una sala de la Sagrada Familia, para después dedicar la iglesia y el altar en una misa celebrada ante unos 6.500 fieles.
Concluirá su periplo con el rezo del Ángelus en la fachada del Nacimiento de la Sagrada Familia, ante más de 36.000 personas que estarán ubicadas en el entorno del templo, para acudir a un almuerzo con cardenales y obispos.