Los vecinos de la calle Lagasca de Madrid, los de la acera impar, han podido ya volver a sus casas tras la retirada de la enorme grúa por su posible peligro. El resto tendrá que esperar. Han pasado su primera noche fuera de casa la mayoría en un hotel, y la de este miércoles será la segunda. Los que se acercaban a primera hora de este miércoles buscaban información para saber cuándo podrán regresar a sus viviendas.