El presunto jefe del Clan Zemun, heredero de la banda paramilitar conocida como los Tigres de Arkan, Luka Bojovic, ha negado este lunes en el juicio celebrado en su contra en la Audiencia Nacional que pertenezca a esa organización y que cometiera el asesinato de uno de sus miembros en 2009.
El cadáver de la víctima fue descuartizado, triturado y sus restos fueron arrojados al río Manzanares, en Madrid. Los datos de la investigación policial apuntan a que Bojovic y otros tres acusados ingirieron partes del cuerpo del ciudadano serbio asesinado a martillazos.
Bojovic, que se ha limitado a contestar las preguntas formuladas por su abogada defensora, ha precisado que no conocía a la víctima, Milan Jurasic. A la pregunta de si cometió el asesinato ha contestado: "Por Dios, claro que no". También ha negado haber dado orden de que se matara al fallecido y ha puesto de manifiesto que "no tenía poder" para hacer ese encargo ni ningún motivo para ello.
En la misma línea que su supuesto líder han declarado otros dos acusados, Sisina Petric y Vladimir Mijanovic. Los dos han negado también pertenecer a la organización paramilitar y conocer a la víctima. Han asegurado que Bojovic nunca ha sido su jefe y precisado que sólo les une una relación de amistad.
"EL CULPABLE NO SE ENCUENTRA ENTRE LOS ARRESTADOS"
El único en admitir su pertenencia a la banda paramilitar ha sido Vladimir Milisavljevic. Durante el interrogatorio de su abogado defensor, al que ha contestado exclusivamente con monosílabos, ha indicado que, a pesar de ser miembro de los 'Tigres de Arkan' no tuvo ninguna relación con la muerte de la que se le acusa y ha asegurado que el asesinato fue cometido por otro integrante de la organización, que no se encuentra entre los detenidos en España.
La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha dado comienzo este lunes al juicio contra los cuatro ciudadanos serbios a los que se acusa de asesinar en 2009 a uno de sus compañeros y descuartizar, triturar e ingerir partes de su cuerpo, según datos de la investigación policial.
Vladimir Milisavljevic, Luka Bojovic, Vladimir Mijanovic y Sinisa Petric arrojaron después fragmentos de los huesos del cadáver de Milan Jurisic, al Río Manzanares, en Madrid, según defiende el Ministerio Público. Los restos no fueron localizados hasta el año 2012, tres años después de la comisión del homicidio.
La Fiscalía pide para los cuatro penas de entre 5 y 41 años de prisión por la comisión de delitos de participación en organización criminal, asesinato, encubrimiento, depósito de armas de guerra y falsedad documental. En concreto solicita para Bojovic 41 años, para Milisavljevic 21, 17 para Petric y 5 para Mijanovic.
Según explica la fiscal Ana Noé en su escrito de conclusiones provisionales, los acusados eran miembros del 'Clan Zemun' y residían en España huyendo de la Justicia de su país, que les relacionaba con varias muertes, entre ellas la del primer ministro serbio Zoran Djindjic.
A MARTILLAZOS
Bojovic, líder del clan, quería acabar con la vida de la víctima, también integrada en la organización, "por su carácter provocador", dice el fiscal. A principios de marzo de 2009 decidió llevar a cabo sus planes después de un incidente desarrollado en el apartamento que ocupaban en Madrid y tras el cual Jurisic cayó de rodillas suplicando.
El acusado le golpeó con un martillo en la cabeza cuatro o cinco veces. En compañía del resto de acusados, trasladó el cuerpo a la cocina donde lo descuartizaron y metieron en el frigorífico, envuelto en papel y bolsas, dice el escrito.
Al día siguiente trituraron los trozos con una máquina eléctrica hasta que el aparato se rompió a causa de una antigua bala que la víctima tenía alojada en el cuerpo. Los cuatro 'Tigres de Arkan' compraron otra y "tiraron las partes picadas al inodoro".
HUESOS CORTADOS CON SIERRA
Además, cortaron con una sierra los huesos y fracturaron la cabeza. Uno de ellos se trasladó en bicicleta hasta el río Manzanares con los fragmentos y los arrojó al agua a la altura del puente de la Reina Victoria. Antes de abandonar la casa, a finales de abril de 2010, Milisavlevic llevó a cabo una reforma total. Cambió el suelo, pintó y cambió todo el mobiliario y sustituyó la nevera y el inodoro del baño.
Los acusados fueron detenidos en febrero de 2012 tras ser delatados por otro de los miembros del clan. Durante el registro de varias de las viviendas que ocupaban se localizaron una decena de armas, entre ellas un 'llavero pistola', abundante munición, silenciadores y 517.760 euros.
En el río se encontraron 117 restos óseos en marzo de 2012. Las fracturas que presentaban los huesos eran propias de haber sido originadas por un instrumento con el borde serrado y ser secundarias a un traumatismo craneal.