Un niño de cuatro años ha superado con éxito una complicada intervención quirúrgica en el Hospital Universitario La Paz, donde ha recibido un trasplante multiorgánico de hígado, estómago, duodeno, intestino delgado y páncreas.
Así lo han indicado hoy, en declaraciones a Efe, Manuel López Santamaría, el mayor experto en trasplante multivisceral infantil de España, y Santiago Yus, coordinador de trasplantes de este hospital madrileño, acompañados de Javier Uriarte, padre del pequeño intervenido, quien ha calificado el proceso como un "milagro".
El pequeño Ibai, vecino de la localidad bilbaína de Zaratamo, tuvo la fortuna de encontrar un donante de características similares el 28 de diciembre, Día de los Inocentes, como ha recordado su padre visiblemente emocionado.
Tras la extracción de los órganos del niño fallecido, que pesaba 16 kilos, comenzó la intervención en La Paz a las 23,30 horas de ese mismo día y, transcurridas poco más de seis, el equipo de Santamaría había consiguió salvar la vida al enfermo, que se encuentra aislado en la UCI, con ventilación mecánica y bajo pronóstico reservado.
Todo comenzó el 29 de noviembre, cuando Ibai fue operado en el Hospital de Cruces para extirparle un tumor "muy grande" en el abdomen que finalmente resultó ser un embrión gemelo, es de decir, un feto parásito que se había enquistado, siendo éste un caso muy atípico, según ha apuntado el cirujano.
Sufrió entonces un "accidente quirúrgico" y quedó sometido a una situación "irreversible e incompatible con la vida", por lo que fue urgentemente trasladado a La Paz.
Santamaría ha comentado que la tumoración intraabdominal que padecía distorsionó sus estructuras internas y eso ocasionó una lesión inadvertida de dos arterias vitales.
El paciente tenía una lesión isquémica abdominal que le produjo múltiples infartos en el hígado y el bazo, la desaparición de la zona central del duodeno y cabeza del páncreas, necrosis del yeyuno y lesiones en parte del ileón terminal.
Los médicos decidieron operarle de manera paliativa el día 14 ante su situación de "catástrofe abdominal", en un intento de esperar la llegada de una donación que "podría no ser inminente".
Los especialistas extirparon las áreas necrosadas y realizaron una derivación de la cola del páncreas al estómago así como de la vía biliar al exterior y una gastrostomía.
Santamaría ha señalado que el pronóstico del niño es reservado, porque puede sufrir complicaciones y rechazos, pero ha precisado que desde el punto de vista técnico el trasplante "ha sido un éxito".
La recuperación está siendo "buena" y "se está despertando", si bien es preciso esperar "un par de semanas" para saber cómo evoluciona.
En cuanto a que sufra un rechazo de los órganos injertados, ha confesado que esto puede producirse "incluso años después del trasplante". De hecho, Ibai tendrá que tomar una medicación inmunosupresora de por vida.
El especialista ha advertido de que la "frecuencia" y la "gravedad" del rechazo es "mucho mayor", cuando hay intestino dentro del injerto. En ese sentido, es esperable que Ibai sufra "una mayor severidad de las complicaciones inmunológicas".
Éste es el trasplante multivisceral número 21 que se realiza en España, ya que es un procedimiento "muy infrecuente" que a nivel mundial sólo se practica entre cincuenta y cien veces al año.
El responsable de trasplantes ha relatado que las donaciones infantiles tampoco son habituales, dado que, al año hay unos treinta donantes tipo como el que necesitaba Ibai, no sólo por edad y peso, sino también porque es necesario que la muerte sea encefálica.
En este caso lo normal hubiera sido esperar entre cuatro y cinco semanas, así que "había muchas dudas de que el pequeño pudiera haber aguantado tanto", ha matizado Yus.
Tras agradecer la "generosidad" de la familia donante, ha urgido a todo el mundo a seguir esta línea porque sólo en La Paz se encuentran otros 7 niños en lista de espera de trasplante visceral.
El padre del pequeño ha afirmado que después de este "milagro navideño increíble" seguirán "rezando" para que todo salga bien, y ha aprovechado para dar las gracias "a esos padres que nos han ayudado".
"Esto va para largo, pero estamos muy contentos", ha concluido Uriarte, con la esperanza de que pronto den el alta a su niño y puedan regresar a casa con el resto de la familia.