Los madrileños podrán ver desde hoy a las dos crías de oso panda que nacieron el pasado 7 de septiembre en el Zoo Aquarium de Madrid, ya que al haber cumplido el mes se entiende que ya no corren ningún peligro, ha informado el Zoo.
Los pequeños oseznos, que con casi seguridad son dos machos, siguen creciendo con normalidad, y en estos momentos su pelaje es más tupido, lo que hace que sus características manchas negras contrasten más intensamente con el blanco, y aunque la cola todavía es desproporcionadamente larga, ya son "verdaderos pandas gigantes".
María Declaux, conservadora de mamíferos terrestres del Zoo Aquarium de Madrid, ha explicado que se ha decidido mostrar ya a las crías porque ha pasado el período más crítico y su supervivencia está "casi garantizada", aunque no se podrá asegurar al cien por cien hasta después del destete, aproximadamente a los cinco meses de vida.
Cada osezno pasa unas cinco horas con la madre y las cinco siguientes en la incubadora, que está dentro de una sala que tiene una pared de cristal, lo que permite que los usuarios del zoo contemplen cómo duermen las crías y cómo son alimentadas por los criadores con un biberón.
El equipo de expertos encargado del cuidado de los nuevos pandas eligió este sistema porque las hembras de estas especie sólo se ocupan de una cría, por lo que desde el principio dejan sólo a uno de los oseznos con la madre, que cambian por el otro cuando pasan unas horas.
Uno de los osos es macho con total seguridad y el otro está por confirmar aunque todo apunta a ello, y hoy ambos lucen ya el característico color blanco con manchas negras de los pandas, aunque su tamaño es similar al de un conejillo de indias, ya que únicamente pesan 1.048 y 1.32 gramos.
Su cola y sus uñas son de un gran tamaño en comparación con el tamaño del cuerpo.
A pesar de lo complicado que es que estos animales se reproduzcan en cautividad con éxito, las dos crías están creciendo "a un ritmo vertiginoso, de manera espectacular y con cambios que se aprecian a diario", y cada día se mueven más y gimen cuando quieren algo, aunque aún pasa la mayor parte del día durmiendo.
Sus criadores han relatado que la madre es muy cariñosa con los recién nacidos y en cuanto le retiran uno demanda que le den el otro, e incluso parece que los distingue, mientras el padre no se ocupa de ellos, dentro de lo que es habitual en la especie.
Tanto de las crías como de la madre se ocupan cinco criadores, entre ellos algunos llegados expresamente desde China para alumbramiento, y varios veterinarios, que están pendientes las 24 horas del día para sacar adelante a unos animales de fisiología muy complicada, que comen básicamente bambú y que durante la época de cría "tienen un gasto energético brutal".
Uno de los cuidadores de la zona de pandas del Zoo de Madrid, Gustavo Fernández, ha expresado el orgullo de todo el equipo por sacar adelante "una especie que es símbolo de la protección de las especies porque ha estado en una situación muy crítica". Ha recordado que únicamente hay 2.000 pandas en el mundo y que en Europa sólo había una cría de esta especie, en el zoo de Viena, a la que ahora se suman las dos de Madrid.
Estos dos oseznos, que son propiedad del Gobierno de China, vivirán durante tres o cuatro años en el Zoo Aquarium de Madrid y luego serán trasladadas a otro centro para que se reproduzcan, dentro del programa internacional de crías de osos panda gigantes.
Yuan Bo, veterinario especializado en la cría de osos panda y que se trasladó desde China a Madrid en agosto para supervisar el nacimiento y el desarrollo de las dos nuevas crías, ha explicado que el doble alumbramiento es "un gran éxito". Ha afirmado que Madrid es "realmente un buen sitio" para criar osos panda, "ya que hay un buen clima, el bambú que se ofrece es de muy buena calidad y es prácticamente como criar en el centro especializado de China".