La intervención en los Jardines de Enrique Herreros, en el distrito de Chamberí, ha finalizado tras tres meses de trabajos que han consistido en mejorar 6.700 metros cuadrados de zonas ajardinadas y caninas ubicadas sobre el aparcamiento para residentes de Bravo Murillo.
El delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, acompañado del concejal del distrito, Javier Ramírez, ha supervisado este miércoles estos trabajos, que han contado con un presupuesto de 320.000 euros y han respetado la impermeabilización del aparcamiento que se encuentra debajo.
Esta zona verde ubicada entre las calles Cea Bermúdez y Bravo Murillo, en el barrio de Vallehermoso, cuenta ahora con una nueva pérgola con bancos rehabilitados que conforman una zona estancial.
Espacios más accesibles
Se han mejorado los usos y también el paisaje visual del entorno mediante plantaciones. También se han habilitado zonas de pradera con sistema de riego y se han plantado ciruelos de jardín, liquidámbares, manzanos, rosales y lavándulas.
Otra de las tareas ha sido la sustitución de bordillos y vallas y se ha remodelado el mirador y las dos pistas de petanca que amplían los caminos que les rodean. Los bancales del huerto se han movido para mayor accesibilidad.
Todo el itinerario peatonal es completamente accesible y, además, en la escalera del mirador se ha instalado una barandilla y los elementos de mobiliario urbano se adaptan a la norma. También se han eliminado las pintadas de la caseta y en su lugar se ha adecuado con decoración vegetal que singulariza la zona.
Nueva zona canina
La anterior zona canina estaba en la entrada del parque y carecía de sistema de drenaje, por lo que se encharcaba con la lluvia y quedaba impracticable durante días.
Sus usuarios se han ido trasladando al fondo del parque, punto donde se ha habilitado la nueva área canina, que no tiene problemas de drenaje ni riesgo de encharcamiento, dispone del doble de superficie y está en una zona más retirada.