El equipo que buscará los restos de Miguel de Cervantes en el convento de las Trinitarias Descalzas de San Ildefonso, en pleno Barrio de las Letras, entra este sábado en la cripta para acondicionarla retirando pequeños escombros y restos de maderas antes de empezar los trabajos, que arrancarán el 24 de enero.
Además de acondicionarla, se pondrán en marcha trabajos de termografía y fotografía infrarroja en el frontal de los nichos donde podría descansar Cervantes, ha explicado a Europa Press el geofísico y director de Cóndor Georadar, Luis Avial.
El sábado 24 de enero es la fecha marcada en el calendario por el equipo técnico y forense para entrar, en varios turnos, en la cripta. Serán unas veinte personas las que colaborarán en esta segunda fase, cuyos resultados podrían conocerse dentro de no demasiado, "en unos cinco días" según los cálculos más optimistas.
Si en esta segunda fase no se diera con Cervantes habría que empezar a pedir permisos para una tercera, que incluiría la incorporación al equipo de un alpinista, especializado en este tipo de trabajos.
Avial, sin embargo, tiene puesta su confianza en que no haya que llegar a tanto ya que el grueso de las agrupaciones osteológicas están concentradas en la zona de nichos sobre la que se trabajará desde el 24 de enero. El experto en georadar lleva colaborando con los técnicos de la Sociedad Aranzadi, capitaneada por el forense Francisco Echeverría, en "centenaras de fosas" y cree que no van a tener grandes problemas en detectar si los huesos corresponden al escritor.
En lo que coinciden los técnicos es en que está absolutamente documentado que Cervantes fue enterrado en este convento de la orden trinitaria, a la cual debió principalmente su rescate cuando fue apresado en Argel, como reza la placa conmemorativa que preside un lateral del edificio.
Lo que no está documentado es que el cuerpo del escritor fuera exhumado una vez que se remodeló el convento. Sobre él se edificó la actual iglesia y se presupone que los restos óseos se trasladaron a un lateral del nuevo templo.
Si finalmente se diese con los restos del escritor en pleno Madrid de los Austrias, el descubrimiento se convertiría en un auténtico reclamo turístico para la ciudad, tal y como lo es Stratford-Upon-Avon, auténtico lugar de peregrinaje para seguir las huellas de William Shakespeare, coetáneo de Cervantes y con quien comparte año de defunción, 1616.