La esquina de Plaza de España con Gran Vía es uno de los lugares más turísticos y transitados de Madrid y recuperará su antiguo esplendor varios años después de que tres de sus inmuebles entraran en decadencia.
Los tres edificios situados en la emblemática Plaza se convertirán en un hotel de cuatro estrellas. Donde ahora hay suciedad, basura y grafitis habrá habitaciones de lujo, terrazas ajardinadas y piscina.
Los fantasmales edificios, muy populares por las okupaciones que han sufrido, serán derribados y en su lugar se levantará un inmueble que abriría sus puertas dentro de tres años.
Tras frustrarse el ambicioso plan de la inmobiliaria Monteverde, que pretendía convertirlo en un hotel para los Juegos Olímpicos de 2016, el inmueble ha permanecido okupado durante meses por más de medio centenar de personas, en su mayoría inmigrantes.
Incluso la azotea, con unas vistas privilegiadas de la capital, llegó a convertirse en un after hours clandestino, donde grupos de jóvenes madrileños alargaban la fiesta hasta muy avanzado el día con botellones.