Muchos ciudadanos chinos no denuncian delitos ante la Policía no porque no quieran, sino porque no saben castellano y necesitan que alguien les acompañe para traducirles. Hasta ahora, porque la Policía Nacional ha habilitado un servicio piloto de traducción con una simple una llamada telefónica.
Este servicio se puso en marcha hace un mes en la Comisaría de Usera-Villaverde de Madrid y, si el resultado continúa siendo bueno como hasta ahora, se ampliará a otras comisarías de España.
En nuestro país residen 200.000 ciudadanos chinos, de los que uno de cada cuatro viven en la capital. Y el Distrito de Usera-Villaverde es uno de los que más concentra, y de hecho hay una zona conocida popularmente como "Chinatown".
En este barrio, repleto de comercios y empresas rotuladas en chino, varios ciudadanos chinos han explicado a Efe que esta iniciativa, que no conocían, es muy buena y ayudará a que sus compatriotas denuncien.
Eso sí, han hecho las declaraciones en su idioma materno porque, a pesar de que uno de ellos llevaba ocho años en España y otra cuatro, no podían comunicarse en castellano.
Muchos españoles creen que los orientales no denuncian delitos por un supuesto hermetismo, pero la verdadera razón es la barrera del idioma, que les obliga a ir a Comisaría acompañados por allegados que sí saben castellano, en ocasiones sus hijos. Eso si sus obligaciones se lo permiten.
La Policía lo detectó y se puso en contacto con la Fundación Orient, una consultoría de empresas creada para dar servicio a la comunidad china residente en España, con el objetivo de que ambas culturas se entiendan mejor. Y la Fundación Orient aceptó el reto de poner en marcha este proyecto piloto.
Así, desde hace un mes, cuando un ciudadano chino llega a la Comisaría de Usera para interponer una denuncia o para hacer algún trámite y tiene problemas para comunicarse se le explica que el agente que le atiende llamará a unos compatriotas suyos para que le traduzcan.
Se establece así una conversación entre el denunciante, el agente y los traductores, hasta que la gestión correspondiente queda acabada.
Desde el pasado 27 de marzo han sido atendidos allí 31 ciudadanos chinos, de los que 22 han utilizado ese servicio "de forma satisfactoria", según ha explicado el inspector de Policía y delegado de Participación Ciudadana en la Comisaría, Miguel Manjarrés.
El mando policial asegura que "el principal problema por el que los chinos no denuncian es la barrera del idioma", y no que sean herméticos, y detalla que los motivos por los que denuncian son "los mismos por los que lo hace cualquier otro colectivo": hurtos y robos con fuerza.
Manjarrés explica que se trata de un proyecto piloto que, de seguir cosechando buenos resultados, se implantará en otras comisarías de España, haciendo que las denuncias y cualquier otro trámite ante la Policía "sea mucho más fácil, con una traducción directa, al momento y sin tener que contar con nadie más".
Coincide con esta apreciación la presidenta de la Fundación Orient, Julia Zhang, que colabora con la Policía desde hace tiempo y entendió la necesitad de ayudar tanto a sus compatriotas como a la Policía altruistamente, sin cobrar nada.
Eso sí, por ahora, hasta que alguien patrocine este servicio, el servicio de traducción lo ofrece en el horario de trabajo de la Fundación: de lunes a viernes de 09:00 a 14.00 horas y de 16:00 a 19:00.
Zhang reconoce que hay ciudadanos chinos que llevan varios años en España y casi no conocen el castellano, ya que "el español es tan difícil para un chino como el chino para los españoles", y niega que la falta de denuncias detectada por la Policía se deba a que este colectivo sea cerrado o hermético, ya que en realidad "es muy abierto, similar a los españoles".
La Fundación Orient mantiene una relación fluida con la Policía desde que hace unos meses tradujo al chino la Guía de Comercio Seguro que publicó la Dirección General de la Policía, y colaboró en su publicación en cinco periódicos chinos. EFE