La Policía Nacional ha detenido a tres personas, unas de ellas menor de edad, por los altercados durante la ejecución de un desahucio el pasado 31 de enero en el barrio madrileño de Lavapiés, han informado fuentes policiales.
Los arrestos han sido practicados en el centro de Madrid por el grupo XXI de la Brigada Provincial de Información y el Servicio de Coordinación de Análisis de la Información de la Policía Municipal, si bien la operación Guinda sigue abierta y se espera que se produzcan más detenciones.
Las fuentes han señalado que los arrestados supuestamente hirieron a tres agentes municipales, entre ellos, una policía a la que golpearon con un rodamiento de acero en la cabeza y que podría ocasionarle graves secuelas.
Por su parte, fuentes de la delegación del Gobierno han explicado que los detenidos "pertenecen a colectivos radicales que han participado en numerosas manifestaciones y convocatorias violentas, y de forma constante, utilizan convocatorias pacíficas para reventarlas y realizar graves acciones delictivas".
Precisamente esta tarde se ha celebrado una concentración en el barrio de Lavapiés en apoyo a las tres personas detenidas hoy.
Estas detenciones se suman a las cuatro realizadas el mismo día del desahucio: el propio desahuciado, un hombre de 54 años con una incapacidad permanente, dos fotógrafos que cubrían la noticia y la cuarta es una integrante de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
Los hechos ocurrieron el pasado 31 de enero cuando la comisión judicial instó a la Policía Municipal de Madrid a que ejecutara el desahucio de Antonio, un hombre de 54 años que llevaba meses sin pagar el alquiler de un piso en la calle Tribulete del barrio de Lavapiés porque su pensión de incapacidad no le alcanza, según la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH).
Varias decenas de vecinos se congregaron junto al piso e increparon a los policías, que finalmente detuvieron a Antonio y a dos fotoperiodistas que estaban en el interior.
Acto seguido se produjeron enfrentamientos entre los agentes y los vecinos, algunos de los cuales lanzaron objetos contra los vehículos policiales, ya que el vecindario se oponía la desahucio y también a que la calle Tribulete estuviera cortada al tráfico y con los comercios cerrados, debido al despliegue policial, siempre según la versión de la PAH.
No obstante la Delegación de Gobierno sostiene que en la concentración "se infiltraron radicales de extrema izquierda y algunos anarquistas cuyo objetivo era agredir a los agentes policiales aprovechando una masa pacífica de personas".