Los Ayuntamientos madrileños serán los encargados de gestionar las multas por botellón que se impongan al amparo de la Ley Antibotellón una vez se apruebe el anteproyecto de Ley de Medidas Fiscales y Administrativas de la Comunidad de Madrid. Además, los padres seran corresponsables de las multas que se impongan a los menores por consumo de alcohool en las calles o como consecuencia de las pintadas. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre estima que cuando los padres son responsables de la acción de sus hijos la mala conducta decae.
"Quiero recordar que cuando la Kale Borroka, se producían quemas de contenedores, de autobuses, violencia contra los bienes municipales... Cuando se responsabilizó a los padres de lo que hacían sus hijos, la Kale Borroka disminuyó de una manera drástica y en algunos casos, como en Navarra, desapareció". La dirigente regional se pronunciaba así un día después de que el Consejo de Gobierno diera luz verde a la Ley de Acompañamiento de los presupuestos regionales para 2011, en la que se recoge que los padres serán los responsables subsidiarios de las multas que impongan a sus hijos por participar en botellones o hacer grafitis.
Aguirre ha querido dejar claro que estos dos aspectos se han incluido en la normativa "a petición del Ayuntamiento de Madrid y de otros ayuntamientos", ya que entiende que "la autonomía municipal es un principio fundamental y absolutamente básico".
En este sentido, ha explicado que el Gobierno regional ha atendido esas peticiones y ha tomado tres resoluciones. La primera de ellas pasa por ceder a los ayuntamientos la competencia para multar a aquellos locales que vendan alcohol a menores o que ejerzan esta actividad fuera de hora, así como todas "aquellas contravenciones de la Ley de Drogodependencia de la Comunidad de Madrid". A su entender, son los ayuntamientos los que están "más próximos" al ciudadano y "saben mejor que nadie" cómo hay que imponer estas sanciones.
Otro de los puntos de la Ley hace referencia a los grafitis y, en este sentido, se ha acordado que los padres sean los responsables subsidiarios de las acciones de sus hijos. "El centro de Madrid está en este momento absolutamente lleno de pintadas y de grafitis, que degradan y no contribuyen en absoluto a la mejora ni de la seguridad de los vecinos ni de la garantía para el vecindario para que el lugar de convivencia sea el mejor", ha precisado.
IMPEDIR QUE LA INSOLVENCIA DEJE INPUNE A LOS AUTORES DE GRAFITIS
Tras ello, ha indicado que, hasta ahora, "estos grafitis quedaban absolutamente impunes", razón por la que el Ayuntamiento de Madrid ha hecho una ordenanza según la cual se imponen sanciones por hacer 'pintadas'.
No obstante, ha reconocido que "hay muchos ciudadanos menores de edad que no tienen ni capacidad ni solvencia para afrontar" estas multas, por lo que la Comunidad de Madrid "ha atendido a la petición de que sean los padres, como dice el artículo 1802 del Código Civil, los responsables de los daños causados por sus hijos", algo que considera "absolutamente fundamental".
La tercera petición municipal que ha atendido el Ejecutivo autonómico se refiere a no hacer incompatible las sanciones por botellón con las multas por causar ruido. "La ordenanza de ruido prevé una serie de multas y no queremos considerar lo mismo la infracción de la bebida en la vía pública que la infracción de las molestias a los vecinos por transmitir a lo mejor más de 60 decibelios en horario nocturno que les impide el descanso", ha puntualizado.
TRANSFERENCIA DE COMPETENCIAS SANCIONADORAS
Según dicha normativa, "todas las competencias en materia sancionadora que hasta ahora eran autonómicas se transfieren a los ayuntamientos, ya que se considera oportuno y razonable que sean las administraciones locales quienes las asuman por una cuestión de cercanía al hecho que se sanciona". Esto significa que las multas impuestas por la Policía Local que hasta ahora eran remitidas a la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid para su tramitación serán gestionadas por el Consistorio, que también se encargará de sus nuevas sanciones por ruido.
Esta decisión da respuesta a una carta del Ayuntamiento madrileño avanzada por 'El Mundo' el pasado 2 de noviembre, en la que pedía al Ejecutivo regional que traspasara las competencias sancionadoras a los ayuntamientos. La misiva, remitida al consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, pedía el traspaso de la gestión de sanciones por botellón, así como recursos para una nueva oficina municipal que se encargue de esta tarea.
Y es que, según datos aportados por el diario, el Gobierno regional deja sin tramitar casi el 90 por ciento de las multas que ponen los agentes de la Policía municipal de las diferentes localidades de los pueblos de la región. Además, asistir a un simple curso de concienciación basta para no pagar.
El municipio que más denuncias pone es Madrid (53.623 el año pasado). En 2008, la Comunidad dio curso a 6.476 denuncias que le llegaron, pero sólo en la capital se habían impuesto 44.834 denuncias. Así, a partir de ahora serán los ayuntamientos madrileños los que se encarguen de imponer, tramitar y ejecutar todas las sanciones de vulneración de la Ley Antibotellón y también por generar ruido en zonas habitadas durante la noche al participar en un botellón.
Y es que la nueva legislación autonómica también reconoce las nuevas sanciones por ruido en vía pública anunciadas por la delegada de Medio Ambiente de la capital, Ana Botella, que se incluirán en la nueva Ordenanza del Ruido y que oscilarán entre los 300 y los 600 euros adicionales a las multas por beber en la calle.