El conductor de un autobús que provocó la muerte de dos jóvenes al arrollar el coche en el que viajaba en el carril bus VAO de la A6 ha negado en el juicio que condujera el vehículo con una mano al volante y otra con el móvil, en contra de lo manifestado por varios testigos que ese día estaban atascados en la carretera de A Coruña.
El juicio ha arrancado este jueves en el Juzgado de lo Penal número 20 de Madrid. El acusado se enfrenta a una petición fiscal de cuatro años de cárcel por dos homicidios imprudentes y por dos lesiones, al igual que reclaman las acusaciones particulares. Tanto fiscal como los abogados de las familias solicitan también que se le retire el carné de conducir durante seis años. El procesado sigue trabajando como conductor para la misma empresa, según ha señalado el propio acusado.
A las puertas de los Juzgados, la madre de una de las chicas de 23 años fallecidas ha asegurado que confía en la Justicia y ha destacado que espera que el homicida de su hija "pague" por lo que hizo.
La joven volvía ese día junto a una amiga de realizar un examen de psicología. "Tenía que llegar a casa y que no la mataran", ha dicho la mujer afectada. Los familiares han querido asistir al juicio con una camiseta en la que se exhibía la imagen de la chica para mostrar que las víctimas de accidentes de tráfico sí tienen rostro.
"INTENTE HACER UNA MANIOBRA"
En el juicio, el conductor ha explicado que cuando se produjeron los hechos llevaba cinco años en la empresa realizando ese mismo itinerario, partiendo de la estación de Moncloa.
Sobre lo sucedido, ha relatado que iba dirección Pozuelo cuando se encontró el vehículo averiado, sin que tuviera ningún tipo de señalización o con las luces intermitentes encendidas. "Cuando lo vi parado, intenté hacer una maniobra pero no me daba tiempo. Me vi encima. No vi ningún intermitente ni ningún panel en la A6 que advirtiera del accidente", ha señalado.
En esta línea, ha explicado que tras pasar el cambio de rasante que hay en ese punto del carril vio el coche que circulaba normal cuando momentos más tarde se vio encima de él. "Siempre voy mirando delante. No percibí que estaba hasta que estaba encima del coche", ha insistido en respuesta al fiscal.
A preguntas de uno de los abogados de las acusaciones, ha negado que fuera manipulando su móvil y conduciendo sólo con una sola mano, tal y como han sostenido varios testigos. Además, se le ha preguntado si no vio los carteles que recomiendan en ese tramo ir a 80 kilómetros, a lo que éste ha contestado: "Sí los vi, pero no leí lo que ponían". En otro momento de la declaración se le ha recordado que en la Guardia Civil manifestó que iba distraído, pensando que un viaje que iba a realizar a su país. "Los agentes me insistían en preguntar en qué estaba pensando, pero ello no me impedía conducir normal", ha dicho.
Tras el fuerte impacto, según ha explicado, se bajó del autobús e inmediatamente llamó a su jefe para informarle de lo que había ocurrido ante la gravedad de los hechos. "Cogí el teléfono y llamé a mi inspector antes de atender a las víctimas", ha reconocido.
En frente de su versión, varios testigos que ese día estaban atascados en la A6 han manifestaron que vieron como el autobús iba a "toda velocidad" y chocó contra el vehículo. Además, han sostenido que pudieron ver perfectamente que el hombre iba con el móvil en una mano.
RELATO DEL FISCAL
El accidente tuvo lugar a las 17.45 horas en el kilómetro 15 de dicha autovía, a la altura de Pozuelo de Alarcón. Un coche, conducido por una mujer de 50 años y ocupado por otras tres mujeres de entre 19 y 22 años, había estacionado en el carril bus tras sufrir una avería.
En ese momento, un autobús de línea que comunica a los habitantes del noroeste de la región con la capital arrollo al turismo por detrás. Como consecuencia del impacto, fallecieron dos mujeres y otras dos resultaron ilesas