El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, ha confirmado la aparición de dos nuevos pacientes afectados por legionela, lo que implica que el número total de casos ha ascendido de los 29 de ayer a los 31 de este miércoles.
Así lo ha confirmado el consejero tras su participación en una jornada organizada por la Asociación de Víctimas de Negligencias Médicas (AVINESA). De ese total de 31 casos, dos corresponden a los fallecidos, 20 son ingresos (de los que cinco están en la UCI y 15 en planta) y nueve han sido dados de alta siguiendo el tratamiento en sus domicilios. Con los datos aportados por la Comunidad de Madrid se confirma que una persona más ha sido ingresada.
Este miércoles se cumple una semana de la detección por parte de la Comunidad del brote de legionela, según ha apuntado, y desde ese momento desde la Consejería se ha trabajado en el tratamiento y curación de los afectados y en "la vigilancia y control ambiental" con el objeto de averiguar los focos de propagación de la infección.
El consejero ha remitido los primeros análisis realizados a los días 20 y 21, y como la espera es de 8 a 10 días los primeros resultados se aguardan a partir del próximo día 29.
Lasquetty ha explicado que en el día de ayer se llevaron a cabo 112 inspecciones, por lo que el número total de instalaciones o dispositivos revisadas suponen 343. Durante este miércoles los 33 inspectores de Sanidad seguirán con las labores de investigación por los distritos de Centro y Retiro, punto común o "máximo común múltiplo", como ha definido Lasquetty, por el que viven, trabajan o han pasado la mayoría de los afectados.
"No al cien por cien, pero sí a un número muy importante y muy significativo", ha señalado, y por lo tanto esta zona "sigue siendo el área principal de trabajo de la inspección de la Sanidad de la Comunidad de Madrid", ha subrayado.
Lasquetty ha recordado la privacidad de los pacientes, por lo que no ha confirmado que uno de los pacientes fallecidos haya sido el suegro de la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, como ha publicado el diario El Mundo este miércoles. Según este diario, Ignacio Fernando Ramírez de Haro, de 92 años, murió el domingo en la Fundación Jiménez Díaz, centro médico que se remite a la Ley de Protección de Datos para no revelar la identidad de los pacientes.