El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha ratificado la condena de cuatro años a un hombre de nacionalidad colombiana que abusó sexualmente de una menor mientras dormían en la misma cama en su casa de Madrid.
En la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe, la sala Civil y Penal del TSJM desestima el recurso del acusado contra la resolución de la Audiencia de Madrid que le condenó por un delito de abuso sexual y le impuso la prohibición de aproximarse y comunicar con la víctima durante seis años tras cumplir la pena de cárcel. Además, el acusado deberá indemnizarle con 6.000 euros por los daños morales sufridos. El fallo es recurrible ante el Supremo.
Los hechos ocurrieron el 10 de diciembre de 2017 en el domicilio del acusado, de 21 años, al que acudió la víctima, que tenía 16 años en el momento de los hechos y eran amigos. En un momento dado y aprovechándose de que la menor se encontraba dormida en su misma cama y de espaldas, "con ánimo libidinoso" metió la mano por debajo del pantalón del pijama y la ropa interior de la joven, a quien hizo diversos tocamientos en sus órganos genitales e introdujo los dedos en la vagina.
El condenado defendía en su recurso que la joven no estaba dormida, que consintió los coqueteos y dormir con él pese a tener otras opciones, al tiempo que aceptó sin oposición sus progresivos acercamientos con caricias y que cuando le intentó tocar la vagina y le dijo que parara lo hizo inmediatamente. Pero la menor manifestó en el juicio otras versión. Dijo que como tenían que madrugar para ir a la nieve al día siguiente, el acusado le propuso dormir en su casa para ir juntos a la estación de Renfe.
Y que en la habitación del condenado, había literas pero este le comentó que arriba no podían dormir porque era donde se ponían sus gatos, por lo que mejor dormirían los dos en la inferior.Ella señaló que si no había otra alternativa accedía pero manteniendo las distancias hasta que se despertó porque notó que le metía los dedos en la vagina, entonces le pidió que parase, pero este se negaba por lo que ella se puso más nerviosa.Fue entonces cuando empezó a tirar del brazo y no lo sacaba y ya cuando iba a subir la voz, en ese momento el joven paró. Después de eso, continuó, ella se pegó a la pared y estuvo toda la noche despierta esperando que llegara las siete de la mañana.Al respecto, la sala da total credibilidad a la víctima que ha mantenido en todo momento su versión "de forma clara y sin titubeos" y recuerda los mensajes de wasap que el joven le envió para pedirle perdón por lo sucedido, lo que demuestra que asume lo sucedido.