El asesino confeso sostiene ahora que no es culpable

  • La acusación dice que con medidas de protección una mujer y su hija seguirían vivas
  • Raul Alvarez reconió que mató a su pareja y a la hija de ésta

Raúl Alvarez, acusado de matar a su pareja y a la hija de ésta en junio de 2014, sostiene ahora que no es "culpable" de los crímenes, según ha manifestado su abogado durante el informe previo al interrogatorio del acusado. Frente a su versión, las acusaciones particulares sostienen que mató a las mujeres, decapitando sus cuerpos y cortando a ambas víctimas manos y pies. Así consta en los escritos de acusación de las partes que sospechan que el crimen se produjo después de que éste descubriera que la mujer trabajaba en una casa de citas y no como empleada del hogar.

La Audiencia Provincial de Madrid ha arrancado esta mañana el juicio contra el acusado tras la selección del jurado, encargado de enjuiciar los hechos por la tipología del delito. Mañana declarará ante el tribunal.

El procesado confesó el crimen, pero su abogado ha defendido hoy que no es culpable apuntando al dueño del piso en el que vivían madre e hija. "Ha estado tres años en la cárcel sufriendo un linchamiento social sin pruebas", ha aseverado el letrado quien ha dicho que los cadáveres estaban decapitados por el efecto del agua.

En esta primera sesión se han leído los escritos de acusación y se han expuesto los informes de las partes, aplazando a mañana la declaración del procesado. Están personadas las abuelas materna y paterna, quienes piden "Justicia" y que ambos crímenes se contemplen como un delito de asesinato ante "la crueldad" dado que destrozó los cuerpos para que no fueran identificadas.

El asesino, que confesó el crimen a los cinco meses, se enfrenta a una pena fiscal de 38 años de cárcel por un delito de malos tratos, uno de homicidio, otro de asesinato, los últimos con la agravante de parentesco. Además, se pide una indemnización a los padres de la fallecida de 100.00 euros y otra para los abuelos de la niña de 35.000 euros a cada uno de ellos.

La lectura de los escritos ha desvelado datos que se desconocían como que el hombre cortó a ambas víctimas la cabeza, manos y pies, estando los cadáveres descompuestos al estar sumergidos durante cinco meses en el agua del pozo donde fueron halladas. No se sabía el móvil de lo sucedido, que podría ser el hecho de que el agresor descubriera que la mujer ejercía la prostitución. Ello provocaría una discusión que acabaría en ese trágico desenlace.

En su informe previo, el abogado defensor ha destacado que su cliente no es culpable y que los hechos no se investigaron, denunciado que ha sufrido "un linchamiento social". Además, ha dicho que en su día el dueño del piso alquilado por la víctima manifestó que la mujer estaba muerta con su hija en un pozo, una confesión que no hizo caso la policía.

La Policía encontró los cadáveres de sus víctimas en un pozo del pequeño municipio de San Vicente de la Cabeza (Zamora). Al parecer, el acusado las habría asfixiado y habría trasladado sus cuerpos hasta la zona donde se hallaron os cadáveres.

Ambas fallecidas eran dominicanas. La menor era fruto de una relación anterior de Adolfina Puello con un hombre que falleció también trágicamente en República Dominicana. Fue la abuela paterna, residente en España, la que denunció la desaparición de ambas el 30 de junio de 2014.

AUSENCIA DE PROTECCION

Antes del juicio, la abogada de la acusación en nombre de la abuela ha criticado que las víctimas estarían hoy vivas si se hubieran tomado las medidas de protección necesarias tras la denuncia que se presentó cinco meses antes de los hechos.

En su informe previo, la fiscal ha aseverado que hay pruebas acerca de que el acusado maltrataba tanto a su pareja como a la hija de ésta, convirtiendo la convivencia en un "auténtico calvario". "Las mató a ambas y se deshizo de sus cuerpos. Las tiro en un pozo del pueblo de sus padres y trató de ocultar con piedras el lugar. Hizo vida normal y a los cinco meses la Policía descubrió el crimen", ha expuesto.

El letrado de la defensa ha manifestado que lamentan los hechos que han sucedido, ya que nadie "tiene derecho a quitar la vida a ninguna persona". "Entendemos que el que ha hecho estos crímenes pague con la mayor de las condenas pero no se hagan llevar por la cara más siniestra del ser humano", ha dicho recordando que ha estado en la cárcel tres años sin pruebas directas.