El alcalde de Leganés, Santiago Llorente (PSOE), ha acusado a los concejales de la oposición de “orquestar” la pitada con silbatos que terminó con cuatro de ellos expulsados de la sala.
Llorente se vio obligado a suspender un pleno, en este caso extraordinario, por sexta vez en el mandato, como consecuencia de las protestas de las secciones sindicales del Ayuntamiento de Leganés.
En un breve comunicado remitido a los medios, Llorente ha señalado que decidió continuar con el pleno en otra sala “sin público, pero con los medios de comunicación presentes”.
“Un sindicalista no puede intervenir en el pleno, por lo que sólo pueden mostrar su descontento con la política de recursos humanos del ayuntamiento haciendo ruido”, ha señalado Llorente, quien se encontró después con otra pitada, esta vez en el pleno a puerta cerrada.
Llorente ha acusado a “varios concejales de la oposición” de haber “orquestado esa pitada con silbatos para impedir que el Pleno continuara” y ha explicado que esa circunstancia le llevó a pedir a la Policía Local que desalojara de la sala “a los concejales que estaban pitando”.
A la par que estos ediles, dos de Unión por Leganés y dos de Unidas Podemos, el resto de concejales de estos dos grupos, junto con los del PP y Vox, decidieron abandonar el pleno.
El Ayuntamiento de Leganés ha difundido un vídeo de la empresa municipal Leganés Gestión de Medios, encargada de transmitir los plenos a través de Internet, en el que los ciudadanos pueden seguir la secuencia de los hechos y el desarrollo posterior del pleno.
“No se puede consentir que un concejal de la oposición, que cobra entre 50.000 y 60.000 euros para que defienda con la palabra a sus electores y al conjunto de los vecinos, monte ese tipo de espectáculos”, ha asegurado el alcalde, poniendo en duda que “ningún vecino apruebe que un concejal prefiera utilizar un silbato a su voz para explicar su posición política”.
